Canadá se abre a los inmigrantes por pragmatismo y solidaridad

YOLANDA VACCARO 1 FEBRERO, 2019

El Ejecutivo de Justin Trudeau otorgará la residencia legal a un millón de inmigrantes para mantener los estándares de calidad de vida de la nación. A diferencia de la mayoría de los países desarrollados, Canadá compatibiliza el interés con la solidaridad.

El Gobierno de Canadá ha anunciado un plan mediante el cual otorgará residencia legal permanente a un millón de inmigrantes en los próximos tres años. Este año acogerá a 350.000 extranjeros; en 2020, la cifra será de 360.000 inmigrantes y, en 2021, de 370.000. Eso equivale a aumentar cada año en alrededor de un 1% la población total del país, cifrada en 37 millones de habitantes. Así, el país sistematiza para un trienio una política que viene aplicando; en 2018, por ejemplo, concedió la residencia permanente a 286.000 nuevos inmigrantes. Más de seis millones de inmigrantes han llegado al país desde 1990.

Ahmed Hussen, ministro canadiense de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, en su Informe Anual al Parlamento ha explicado que la decisión se basa en que “Canadá se enfrenta a desafíos nuevos, como el envejecimiento de su población y a un descenso de la tasa de natalidad”. En este marco, según el informe rubricado por Hussen, los inmigrantes pueden ayudar “a solucionar este problema incrementando la masa laboral del país”.

Al presentar el informe, el ministro indicó que, “gracias a los inmigrantes” que el país ha recibido a lo largo de su historia, “Canadá se ha convertido en el país fuerte y vibrante que todos disfrutamos”. “Los inmigrantes y sus descendientes han hecho contribuciones incontables a Canadá, y nuestro éxito futuro depende de continuar asegurándonos de que sean bienvenidos y estén bien integrados”, enfatizó Hussen.

El Gobierno argumenta que la inmigración es necesaria para mantener sus elevados estándares de calidad de vida. Se basa en que la media de edad en Canadá supera los 40 años, en que aproximadamente un 25% de la población supera los 60 años de edad, y en que su tasa de fertilidad ha bajado, en los últimos 50 años, de 3,8 a 1,6 niños por mujer. “Con el envejecimiento de la población y las bajas tasas de fertilidad, la inmigración desempeña un papel importante para garantizar que la población y la fuerza laboral de Canadá sigan creciendo”, añade el mencionado informe.

Entre el interés nacional y la solidaridad

Más allá de la política de símbolos y gestos, el anuncio canadiense, tal como ha explicado la propia Administración Trudeau, responde, en primer lugar, más a un interés nacional, totalmente legítimo, que a un espíritu de solidaridad. Un espíritu que, igualmente, no se puede negar al Gobierno canadiense, merced a sus acciones en las últimas décadas.

Y es que hace falta ser miope para no ver que en sociedades como la canadiense, con una expectativa de vida que rebasa de largo el promedio mundial, según datos del Banco Mundial, solo la llegada de trabajadores foráneos es capaz de hacer frente al sostenimiento de los diversos sectores económicos. El citado informe prevé que la proporción de trabajadores por jubilados sea de 2 a 1 en 2036, frente al 4,2 a 1 correspondiente a 2012.

En un país con una tasa de desempleo de apenas un 5,2%, de acuerdo a estadísticas oficiales, está claro que económicamente el mercado requiere de un número creciente de trabajadores que hagan viable el sistema y satisfagan la oferta de puestos de trabajo.

Los países desarrollados dan la espalda a la inmigración

No obstante, no todos los países adoptan posturas análogas ante retos similares. De hecho, la mayor parte de los países desarrollados cierra sus puertas a la inmigración. Así, por ejemplo, la estrategia canadiense respecto de la inmigración se sitúa en las antípodas de la política al respecto que aplica la Administración estadounidense, que ha endurecido las condiciones de entrada y permanencia de inmigrantes y que se empeña en construir un muro que separe las fronteras entre Estados Unidos y México, para repeler la inmigración clandestina que llega sobre todo desde Centroamérica a través de México.

Dos posturas opuestas en torno a la inmigración para situaciones económicas que, al menos en lo que al desempleo se refiere, son muy similares. Estados Unidos registra actualmente una tasa de desempleo inferior al 4%, una situación de pleno empleo que no se vivía desde hacía décadas en este país.

El hecho de que en el terreno de la inmigración Canadá navega en sentido opuesto respecto del resto de países del llamado primer mundo, aun con situaciones equiparables en términos de desempleo y crecimiento, permite inferir que el Gobierno canadiense compatibiliza el pragmatismo con su conocida apertura solidaria hacia los extranjeros que buscan mejores niveles de vida.

ESCRITO POR YOLANDA VACCARO

Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

Yolanda Vaccaro: Bolsonaro, defensor de la familia

https://eldebatedehoy.es/politica/bolsonaro-brasil/

Yolanda Vaccaro sobre Bolsonaro

Los brasileños reclaman un punto de inflexión en la dirección política del país en el terreno de los valores y la familia. Más allá de frases de campaña, Bolsonaro propone llevarlo a la práctica luchando contra la ideologización y la tergiversación.

Por YOLANDA VACCARO

El inicio de año trajo consigo la toma de mando en Brasil de Jair Bolsonaro (63). El controvertido político se convirtió en presidente de la mayor economía de Latinoamérica, con dos billones de euros anuales de PIB y 209 millones de habitantes, en medio de una multitudinaria expectación nacional e internacional. Durante la campaña electoral, Bolsonaro no escatimó en frases polémicas y en promesas y guiños, anunciando que emprendería las mayores reformas en el país en las últimas décadas.

Sus adversarios destacan sus soflamas evidentemente populistas, por ejemplo, en torno a la extensión de la legalización de la posesión de armas de fuego. Pero lo cierto es que el flamante presidente brasileño, más allá de sus enardecidas frases electorales, en la práctica y una vez que se ha instalado en el Palacio de Itamaraty, defiende postulados con los que se identifica la mayor parte de la sociedad brasileña, aquel 55% de votantes que le dio la victoria electoral el pasado octubre. Unos postulados que reclaman que Brasil se sitúe en la esfera de la economía liberal y de la defensa de valores éticos y morales, protegiendo instituciones como la familia.

El triunfo de Bolsonaro, finalmente, es la consecuencia lógica del hartazgo de la sociedad brasileña con casi tres lustros de gobierno bajo la presidencia de dirigentes que han acabado acusados de corrupción y que han colocado al país en un extremo izquierdista inviable y asfixiante. Así, el más insigne y el primero de estos dirigentes, Luiz Ignacio Lula da Silva, que gobernó el país entre 2003 y 2010 y que estaba llamado a convertirse en la avanzada del socialismo latinoamericano, está en la cárcel acusado de sendos delitos de corrupción.

Desde su discurso de toma de posesión, Bolsonaro recalcó que está en contra de “lo políticamente correcto”, contra las corrientes del socialismo que pretenden convertir los valores tradicionales poco menos que en ataques a la libertad. Así, se refirió en primer lugar precisamente a su objetivo de “unir al pueblo y valorar la familia”, así como de respetar la “tradición judeocristiana”. También recalcó que combatirá “la ideología de género” conservando los “valores” de la sociedad brasileña.

“Dios por encima de todos” 

Uno de sus principales desafíos, afirmó, es enfrentarse a “la ideologización de nuestros niños, la tergiversación de los derechos humanos y la deconstrucción de la familia”. Antes, en su mensaje de saludo por Navidad y a través de su cuenta de Twitter, afirmó que una de sus principales metas será “restaurar el sentimiento familiar hace muchos años desgastado en nuestra sociedad, así como la paz dentro de nuestros hogares”. No hay que olvidar que su lema de campaña fue “Brasil por encima de todo y Dios por encima de todos”.

En esta línea, su ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, ha señalado que la política exterior de Brasil se basará en los valores y las tradiciones de los brasileños y que no se someterá a la “agenda internacional progresista” oponiéndose, por ejemplo, al aborto y a la mencionada ideología de género.Por su parte, el ministro de Educación, Ricardo Vélez, se propone emprender una gigantesca obra para la alfabetización infantil y para elevar la educación del país erradicando las ataduras ideológicas de los últimos años.

Jair M. Bolsonaro@jairbolsonaro · 24 dic. 2018

É chegado mais um Natal, momento especial onde relembramos com nossas sagradas famílias o nascimento de Cristo.

É com este sentimento, inspirado na família simples que recebeu em um humilde presépio a encarnação do próprio Deus, que contemplamos a chegada de um novo Brasil.

Jair M. Bolsonaro@jairbolsonaro

Com humildade, aceitando quem tem no coração a vontade de construir um Brasil melhor, buscaremos nos próximos anos restaurar o sentimento familiar há muito desgastado em nossa sociedade, bem como a paz dentro de nossos lares. Tenhamos todos um Feliz Natal! Fiquem com Deus!41,9 mil10:10 – 24 dic. 2018Información y privacidad de Twitter Ads8.259 personas están hablando de esto

Una educación y una ideología de género, impregnada en los libros de texto y en las escuelas, contra las que ha luchado gran parte de la sociedad brasileña y que son la explicación, en buena medida, de que millones de brasileños hayan dado su respaldo electoral a Bolsonaro, a pesar de sus grandilocuentes frases de campaña electoral, aquellas que más se han comentado en el exterior,opacando el contenido del programa electoral bolsonarista y que, asimismo, le costaron tres condenas judiciales. Unas tareas, en definitiva, que figuraban en el programa electoral y que, por tanto, cuentan con el aval de la mayoría de los brasileños, que se expresaron a través de las urnas electorales.

Eso sí, conocedor de que las tareas que se propone requieren de un gran respaldo luego de las elecciones, el presidente brasileño invitó a las 120 mil personas congregadas para presenciar la ceremonia en la que tomó las riendas de su país a participar en un movimiento de cambio en conjunto: “Un movimiento para que todos juntos, usted, yo, y nuestras familias, restablezcamos los patrones éticos y morales que transformarán nuestro país”.

Unas declaraciones de intenciones que marcan un punto de inflexión en la dirección política del país en el terreno de los valores que los brasileños han reclamado a través de las urnas y que marcarán también la pauta en una Latinoamérica que ha basculado en los últimos años entre el alejamiento de valores como los de la familia y el retorno a la senda de la revitalización moral.

Imagen de portada: El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, durante la ceremonia de inauguración de los presidentes de los principales bancos públicos del país | Agencia EFE
ESCRITO POR YOLANDA VACCARO

Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

Yolanda Vaccaro: La desaparición de Khashoggi, un crimen que no debe quedar impune

La desaparición de Khashoggi, un crimen que no debe quedar impune

La muerte de Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí debe servir para que la comunidad internacional reaccione ante un régimen opresor y con nulo respeto hacia los derechos humanos.
El asesinato del periodista Jamal Khashoggi, presuntamente a manos de fuerzas oficiales de su país, Arabia Saudí, es la gota que debería derramar el agua de un cántaro demasiado lleno de irregularidades. A principios de octubre, el periodista ingresó en el consulado saudí en Estambul, Turquía, para obtener los papeles preceptivos para poder casarse con su novia, la turca Hatice Cengiz. Ella lo esperó en la puerta durante horas. Él nunca salió.

Hasta la fecha, no se sabe qué ocurrió exactamente con Kashoggi. Lo único que parece claro es que está muerto. Desde el Gobierno saudí han dado diferentes versiones del suceso. Tras asegurar que el periodista había salido por su propio pie de la legación consular (incluso un agente saudí, al parecer, se puso la ropa del periodista tras su desaparición y salió del consulado para una simulación ante las cámaras de vigilancia), sobrevinieron luego diversas, esperpénticas y escalofriantes versiones sobre su desaparición. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo del tema un asunto de Estado pero, luego de asegurar que llegaría hasta el final y anunciar resultados concluyentes de su investigación, compareció en su país dando vagas y repetitivas explicaciones del tema. Al final, todo indicaría que Erdogan no quiere enemistarse con el régimen saudí.

Capitalismo del siglo XXI con sistema político del siglo VII

El problema es que Erdogan no está solo en ello. El caso de Kashoggi ha sido una conmoción que ha agitado al mundo occidental, especialmente porque se trata de un periodista crítico con los saudíes que colaboraba con el periódico estadounidense The Washington Post, y porque los saudíes habrían asesinado a alguien fuera de su territorio (consulados y embajadas se consideran técnicamente territorios del país visitante, pero es evidente que están en el país anfitrión), y de forma grosera y sanguinaria. Ahorrar calificativos para lo que ha ocurrido impide dar cuenta de lo acontecido con la mínima fidelidad, y no resulta ético.

Como Erdogan, gran parte de líderes en la comunidad internacional prefiere hacer la vista gorda ante el prontuario de los tiránicos gobernantes en Riad. Y es que Arabia Saudí es uno de los regímenes menos democráticos, pero también es el mayor productor de petróleo en el mundo. Un régimen con el que se negocia en todo ámbito de rubros, no solo en el del petróleo o las armas, sino en todos los terrenos. Por ejemplo, el hecho de que algunas grandes fortunas saudíes (naturalmente, miembros de la familia real) inviertan en terrenos de vanguardia tecnológica en diversas partes del globo ata a sus aliados con un régimen que dista mucho de respetar los derechos humanos.

En este ejercicio de contorsionismo político y moral, se ha alabado de los gobernantes saudíes que practiquen la apertura económica en el comercio y emprendan reformas llamativas pero que, en realidad, son casi cosméticas. Así, el príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, conocedor del poder de la imagen en el mundo globalizado de hoy, ha dirigido pequeños cambios en su país que, en el fondo, no son más que meras concesiones que en cualquier democracia se dan por descontadas. Por ejemplo, este año tuvo la “generosidad” de permitir que las mujeres conduzcan automóviles sin permiso de sus familiares o tutores varones.

El gesto ocupó portadas de los medios más prestigiosos y fue motivo de elogio por parte de no pocos líderes del mundo libre. Pero, analizando con un poco de detenimiento el hecho, no debería haber sido elogiado sino que, por el contrario, debería haber sido motivo para resaltar todo el camino que le falta por recorrer al mundo saudí para ser considerado remotamente homologable, tal como sí hicimos en EL DEBATE DE HOY. La noticia debió ser que aún había un país que impedía que las mujeres conduzcan sin permiso para, a partir de allí, preguntarse por el resto de restricciones a los derechos y libertades que ese país mantiene. No parece casual que diversas investigaciones apunten a que el crimen contra Khashoggi habría sido ordenado directamente por Bin Salman.

Y es que tanto gobernantes como medios de comunicación deberían tener siempre claro que el modelo de capitalismo del siglo XXI y de la democracia homologable no casa bien con un sistema político teocrático del siglo VII (algo que, por cierto, desde luego se puede aplicar a otros socios preferentes del comercio y de la economía internacional).

En este marco, el hecho de que haya personas condenadas a torturas y a la pena capital en Arabia Saudí sin siquiera un juicio mínimamente al uso no es algo que se desconozca, sino que es algo con lo que convivimos como si no ocurriera, porque no ocupa las portadas. Lo nuevo es que, al margen de ciudadanos saudíes que han atentado en el exterior, aparentemente sin conexión probada con su Gobierno (eran saudíes 15 de los 19 terroristas que cometieron los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, matando a más de tres mil personas, a las órdenes del también saudí Osama Bin Laden), la desaparición de Khashoggi sería el primer asesinato ordenado directamente por la cúpula saudí para ser perpetrado en el extranjero.

Un crimen que debería marcar, por fin, un punto de inflexión en el tratamiento que la comunidad internacional presta al régimen de Riad. Sin soslayar el hecho de que las violaciones de los derechos humanos deben ser motivo de condena allí donde se produzcan, resulta por lo menos inquietante pensar hasta dónde podría llegar un régimen que quedara impune tras, presuntamente, haber asesinado a un periodista que publicaba en The Washington Post (la repercusión del crimen era obvia), y tras haberlo hecho fuera de sus fronteras.

Imagen de portada: Policías forenses de Turquía, en el interior del consulado de Arabia Saudí, buscando pruebas tras la muerte del periodista Jamal Khashoggi | Agencia EFE

ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

Los retos de López Obrador

Artículo en El Debate de Hoy

Por: Yolanda Vaccaro

López Obrador llega al poder en México con una larga lista de tareas pendientes. El nuevo presidente, con aliados de extrema izquierda y derecha, deberá reconducir las relaciones con Trump y enfrentarse a lastres como la corrupción y el narcotráfico.
Extrema izquierda y extrema derecha forman la coalición Juntos Haremos Historia, que ha llevado a ganar las elecciones en México a Andrés Manuel López Obrador. El Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) es el partido creado por el presidente electo, que se ha aliado con la formación evangélica de extrema derecha Encuentro Social, y el Partido del Trabajo, de extrema izquierda. López Obrador se hace con el poder con más del 50% de los votos, convirtiéndose en el presidente más votado en la historia del país y también en el primero que no pertenece a ninguno de los dos partidos que se han turnado en el poder en México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN).

En este contexto y a tenor de la amalgama ideológica que dará forma al nuevo Gobierno, que tomará el mando el próximo 1 de diciembre, solo se puede prever lo que el propio López Obrador ha desarrollado a lo largo de su carrera: que habrá un Gobierno, en principio, escorado hacia la izquierda, con permiso de sus aliados de derecha radical, que promete luchar contra la corrupción y la violencia que azotan al país.

López Obrador se prepara para llevar las riendas del país de habla hispana más grande del mundo y la segunda economía de Latinoamérica, solo superada por Brasil. Asegura que liderará una “cuarta transformación de México”, tras la independencia, la reforma y la revolución. Desde luego, México requiere una reforma en profundidad para los monumentales retos que afronta. Combatir la violencia y la inseguridad es la primera tarea en un país que en 2017 rompió su propio récord de homicidios en décadas, al registrar 29.168 muertes violentas, según la Secretaría de Gobernación, cifra que organismos independientes consideran reducida comparada con el número real de muertes violentas en el país. La mayor parte de homicidios están vinculados al narcotráfico, problema que, sin duda, acompaña a la violencia en los primeros niveles de las preocupaciones de los mexicanos.

La pobreza es también un desafío de magnitudes extraordinarias: según el Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social, el 43,6% de la población es pobre y el 8% sufre pobreza extrema. Y, si bien el desempleo no llega a un 4%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 60% de los puestos de trabajo son empleos informales. Un frente importante también es la relación con el presidente estadounidense, Donald Trump, que no se cansa de criticar a los mexicanos y que mantiene su promesa de levantar un muro en la frontera entre Estados Unidos y México.

Casado, con 64 años y padre de tres hijos, entre 2000 y 2005 el presidente electo fue gobernador del Distrito Federal, donde se encuentra la capital, con un estilo efectivo, populista y sumamente popular, contando hasta el final de su mandato con altos índices de aprobación. No obstante, todo lo que se sabe o se sospecha de López Obrador no es necesariamente relevante para pronosticar en qué línea gobernará el país. Su mandato como gobernador, como casi todo en su vida, fue principalmente parte de su carrera hacia la presidencia de México, por lo que resulta cuestionable hacer previsiones derivadas de esta experiencia. En este marco, por ejemplo, si bien durante mucho tiempo mantuvo en reserva su adscripción religiosa, la agitación de la campaña de las últimas elecciones en México lo obligó a reconocer que pertenece a la protestante Iglesia Adventista del Séptimo Día. No obstante, sí ha logrado permanecer en la ambigüedad, de cara al público, sobre su postura en temas fundamentales como el aborto. Una interesante metáfora sobre su calculada equidistancia, una postura que seguramente le habrá restado votos pero que le habrá granjeado muchos más, es que su hijo menor se llama Jesús Ernesto, por Jesucristo y por Ernesto Che Guevara.

Así las cosas, y a pesar de que López Obrador hasta ahora se ha inclinado más hacia la izquierda, en términos generales, lo que suceda cuando tome posesión el Gobierno surgido de las elecciones en México es una incógnita en medio de la esperanza de que, en cualquier caso, se pueda dar respuesta a la urgente necesidad de poner freno a la violencia y a la corrupción instaladas en el país.

Imagen de portada: López Obrador celebra su victoria en las elecciones mexicanas | Agencia EFE

Trump y Putin: la recomposición del tablero mundial

La inquietante alianza entre Trump y Putin, punto de inflexión en el tablero internacional

La inquietante alianza entre Trump y Putin, punto de inflexión en el tablero internacional
INTERNACIONALPOLITICA
YOLANDA VACCARO 21 JULIO, 2018

La unión entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia evidencia la mayor recomposición del tablero internacional en décadas. Putin parece tener algún tipo de control sobre Trump, que se esfuerza en distanciarse de la UE y de sus aliados en la OTAN.
Los prolegómenos y la reunión que mantuvieron en Helsinki los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin ha marcado un nuevo punto de inflexión en los movimientos del tablero internacional que ha gobernado el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Cruzando nuevamente el Rubicón de su propia falta de cortesía diplomática, el presidente estadounidense, Donald Trump, sigue dejando claro que es todo menos el presidente de Estados Unidos al que el mundo estaba acostumbrado. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, puede presumir de haberse marcado un nuevo gol.

En el terreno estadounidense, la cita entre Donald Trump y Vladimir Putin fue el escenario para que el presidente norteamericano desacredite públicamente a sus propios servicios de inteligencia. En la rueda de prensa posterior al encuentro, preguntado por la injerencia rusa en las elecciones que en noviembre de 2016 llevaron a la Casa Blanca al actual mandatario, este se negó a respaldar las conclusiones de sus servicios de inteligencia, que verifican tal injerencia, dando más credibilidad a Putin que a sus propios servicios secretos. Una actitud que indignó en Washington, arrastrando cada vez a un mayor número de críticos incluso dentro de las filas del Partido Republicano. Esta actitud ha motivado que muchos de sus detractores vislumbren una posible acusación de traición. La tormenta fue de tal calibre que Trump, con toda seguridad presionado, tuvo que realizar una aclaración pocos días después achacando sus palabras a un “lapsus”. Según dijo, en lugar de decir “no veo ninguna razón por la que sea Rusia” (la autora de la citada injerencia), quiso decir “no veo ninguna razón por la que no sea Rusia”.

Donald Trump y Vladimir Putin se acercan
Asimismo, el encuentro entre Trump y Putin trajo otro efecto colateral nuevamente muy conveniente para el presidente ruso pero, en este caso, preocupante e incómodo para los aliados tradicionales de Estados Unidos. En una entrevista televisiva, Trump calificó a la Unión Europea como “un enemigo”. El presidente estadounidense realizó estas declaraciones tras la última cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cita en la que acusó a los aliados europeos de no contribuir como corresponde en los presupuestos de Defensa, al calor de una retahíla de desaires del ecléctico presidente. Como guinda, la primera ministra británica, Theresa May, reveló en una entrevista que Trump le aconsejó demandar (judicialmente) a la UE, en lugar de negociar las condiciones del brexit.

Trump hace esfuerzos denodados por distanciarse de la UE y de sus aliados en la OTAN, al tiempo que se hace evidente que Trump y Putin comparten no solo una filosofía autoritaria de expresarse y hacer política sino, más aún, posibles secretos que atañen al presidente estadounidense. The Washington Post, en su edición del 18 de julio, señala que si bien “aún no sabemos con precisión por qué Trump es tan sumiso con Putin”, esto -indica el periódico- puede obedecer a alguna de estas motivaciones: a que “los servicios de inteligencia de Rusia tienen información comprometedora” que evidencia actividad criminal en los negocios de Trump o en la campaña de 2016; a la admiración que siente Trump por el “extremadamente fuerte y poderoso” Putin, algo que enmascararía inseguridades más profundas, o tal vez a que Trump simplemente depende del dinero ruso para sus finanzas personales. La incapacidad de Trump para responder a la agresión rusa denota que “Rusia tiene algún tipo de control sobre Trump”, anota el diario.

Sean cuales sean las motivaciones de la inquietante alianza entre Trump y Putin, lo cierto es que esta evidencia cada vez más la mayor recomposición del tablero internacional en décadas.

Imagen de portada: Los presidentes Donald Trump (i) y Vladimir Putin, durante su encuentro en Helsinki | kremlin.ru
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ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

Mujeres al volante en Arabia Saudí

https://eldebatedehoy.es/politica/mujeres-al-volante-en-arabia-saudi/

Por Yolanda Vaccaro

La férrea legislación de ese país, supeditada al islamismo más radical, deja paso a mínimas concesiones, como asistir a estadios de fútbol o abrir cuentas bancarias. Aun así, los derechos femeninos son casi nulos.

Hasta hace poco tiempo, Arabia Saudí era el único país en el mundo en el que las mujeres, saudíes o extranjeras, no podían conducir. El príncipe heredero, Mohammed bin Salman, que también es el ministro de Defensa en su país, se ha propuesto conceder avances en la legislación. Lo hace entre los resquicios de una legislación marcada por severas restricciones machistas derivadas de una interpretación radical del islamismo. En este contexto, el día en el que entró en vigor la ley sobre la conducción y por fin se podía ver a mujeres al volante en Arabia Saudí, los medios de comunicación dieron cuenta de las expresiones de alegría de varias mujeres que veían por fin alcanzado su sueño de poder conducir un automóvil. También se difundieron imágenes que mostraban a mujeres de países vecinos conduciendo hasta el país, para unirse a las manifestaciones de júbilo. Según las autoridades saudíes, más de 120.000 mujeres han iniciado los trámites para obtener permiso de conducir.

No es la primera vez que Arabia Saudí ocupa titulares por permitir a las mujeres algo que es cotidiano en la mayor parte del mundo. A principios de este año, las saudíes pudieron asistir por primera vez a un estadio de fútbol para ver un partido cumpliendo, eso sí, una serie de restricciones como aquella que veta a las mujeres determinadas zonas en los espacios públicos. También Arabia Saudí, en 2015, fue el último país en permitir que las mujeres ejerzan un derecho de sufragio equiparable al de sus compatriotas varones; en ningún caso podemos hablar de un ejercicio del derecho de sufragio homologable por los estándares democráticos internacionales. En todos los casos, es imperativo hablar de situaciones completamente condicionadas para las saudíes.

Y es que la noticia de que por fin haya mujeres al volante en Arabia Saudí, en realidad, más que alegrar al mundo debería ser motivo de reflexión; más que una exclamación de beneplácito, lo que amerita es la preocupante cuestión de cómo es posible que aún existiera un país en el mundo en el que las mujeres no podían conducir. Y, a partir de ahí, repasar la ristra de derechos y actividades que las mujeres tienen vetados en el país por el hecho fundamental de que todas deben tener un tutor (mahram), como si de menores de edad se tratase.

La lista de actividades para las que las mujeres necesitan permiso o compañía masculina para cumplir con preceptos legales es larga. Así, las saudíes no requerirán del permiso de su tutor para obtener el permiso de conducir y puede haber mujeres al volante en Arabia Saudí sin que estén acompañadas por su protector guardián. Pero sí, por ejemplo, requieren del consentimiento de su tutor para obtener todo tipo de documentos, incluido el pasaporte. También necesitan permiso de su tutor para viajar al extranjero.

Mujeres al volante en Arabia Saudí y cambios de mayor calado

Igualmente, solo desde el año pasado las saudíes pueden abrir cuentas bancarias y formar empresas o ir al médico sin permiso de su tutor, pero sí deben contar con la autorización para matricularse en universidades. Asimismo, las leyes laborales excluyen a las mujeres de decenas de puestos de trabajo. También, deben contar con la autorización de sus tutores para casarse, un permiso que debe ser refrendado por el ministerio del Interior cuando el novio es extranjero. Por no hablar de las estrictas normas de vestimenta que obligan a las mujeres a cubrir la mayor parte de sus cuerpos cuando salen a la calle.

Es cierto que el príncipe heredero ha realizado cambios, pero aunque ya haya mujeres al volante en Arabia Saudí, tales cambios no serán de calado real hasta que se toque la auténtica discriminación de las mujeres, el sistema de tutela masculino, la verdadera frontera saudí de la segregación machista.

Imagen de portada: Una mujer al volante de un coche en Arabia Saudí después del levantamiento de la prohibición de conducir | Agencia EFE

Yolanda Vaccaro: Lula da Silva en la cárcel

Lula da Silva . De su falaz deslumbramiento a la esperanza que representan jueces y fiscales

El encarcelamiento del expresidente de Brasil Lula da Silva vuelve a poner de manifiesto que la corrupción y el populismo son las dos grandes rémoras de Latinoamérica.

“Lula, eres nuestra esperanza”. Esa era la frase que se leía en banderolas colgadas en decenas de balcones en todo Oviedo en octubre de 2003, con motivo de la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias (hoy Premios Princesa de Asturias). El entonces flamante presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, había sido galardonado ese año con el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su “compromiso con los más pobres”, por ser “símbolo de una gran esperanza” y por “hacer política con el corazón”, según el acta del jurado correspondiente. En la ceremonia de aquel año, que esta servidora cubrió para el diario peruano El Comercio, la presencia arrolladora de Lula eclipsó a los galardonados en el resto de categorías del premio, tanto en las calles ovetenses como en la propia ceremonia de entrega de galardones y, desde luego, en las portadas de los medios de comunicación. Lula era la estrella indiscutible.

La gran esperanza no solo de los llamados “desheredados”, sino en general de millones de personas en el mundo, empezando por Brasil, que veían en Lula un ejemplo de superación, de “hombre hecho a sí mismo” que inspiraba ríos de tinta de elogios y, por supuesto, de esperanza en una manera de hacer política “con el corazón”. Nadie podría haber siquiera imaginado que, quince años después, el expresidente brasileño ingresaría en una cárcel de su país enfrentándose a una condena de doce años por delitos de corrupción.

Un piso de lujo y siete procesos judiciales

Lula está acusado de haber recibido de la constructora OAS un lujoso inmueble de tres plantas en una playa de Sao Paulo a cambio de conceder contratos públicos a la citada empresa. En realidad, esta sería la punta del iceberg de una trama de corrupción que implica a la empresa estatal de petróleos Petrobras y a la tristemente célebre Odebrecht, en el marco de la operación conocida como “Lava Jato” (“lavado a presión”, en español). La trama comprendería más de dos mil millones de dólares en sobornos. Una red por la que Lula está acusado en siete procesos judiciales. Muchos de sus colaboradores también han sido procesados y ya han recibido condena, mientras que otros tantos están pendientes de juicio por corrupción.

La reflexión que cabe hacerse es cómo un mandatario que empezó con un aura y una proyección de gigante social y político a nivel mundial, en el buen sentido de los términos, ha acabado en el peor de los descréditos y enfrentándose a una condena de la que a buen seguro no lo van a librar los aún miles de seguidores que se niegan a considerar las evidencias delictivas, parte de los cuales hacen vigilias en las calles brasileñas reclamando la inocencia de su líder. Quedará en la conciencia de Lula si llegó al poder con la meta clara de enriquecerse ilegalmente o si, en el camino del poder, se desvió de la meta casi mesiánica que le atribuyeron desde diferentes sectores.

Los alargados tentáculos de “Obebrecht” y “Lava Jato”

En cualquier caso, como dice Mario Vargas Llosa en el diario El País, “el gran enemigo del progreso es la corrupción”. En este contexto, el caso de Lula ilustra a la perfección que la frase del Nobel peruano es precisa al analizar la situación en la región. El populismo, casi siempre estelar compañero de viaje de la corrupción, representa el segundo gran enemigo de dicho progreso. Y no hay que olvidar que, como los grandes caudillos de las pretendidas revoluciones sociales, Lula se erigió como un adalid de un populismo de manual.

En este marco, los casos “Lava Jato” y “Odebrecht” tienen tentáculos que parecen haber llegado a los rincones más alejados de la política latinoamericana, cubriéndolo casi todo. En países como Perú, se investiga a tirios y troyanos porque, según confesiones de exdirectivos de la empresa brasileña, recibieron dinero de forma ilegal de la empresa los dirigentes de todos los partidos políticos, sin distinción ideológica o partidista. Los directivos de la compañía aseguran que financiaron ilegalmente al menos a los tres últimos presidentes peruanos, así como a sus opositores, una delictiva precaución ante eventuales alternancias en el poder. Según su versión, aplicaron este modus operandi en diferentes países del área. Y es que la potencia de las empresas brasileñas, por su tamaño y poder económico, ha permitido visibilizar en todo su macabro esplendor que, en efecto, la corrupción es el ancla que paraliza el progreso económico de una región en la que varios países siguen creciendo y avanzando macroeconómicamente, pero que continúan padeciendo por la rémora de la corrupción.

La sonrisa de la esperanza que encarnó Lula, principalmente en Latinoamérica, se ha convertido en una mueca amarga que solo podrá atenuarse con las investigaciones que llevan a cabo jueces y fiscales valientes como Sergio Moro, juez federal de Curitiba que encabeza las investigaciones sobre las mencionadas tramas de corrupción en Brasil. Gracias a estas diligencias, casi dos centenares de personas, entre políticos, funcionarios y empresarios, purgan ya condena. Y muchos aguardan aún para ser procesados.

Los jueces y fiscales han tomado el testigo de ídolos malogrados como Lula. Ellos sí son la esperanza de una región que lucha por consolidar la recuperación económica de manera legal y realista, más allá de corruptelas y populismos que, como los que representó Lula, lastran el avance en cualquier rincón del mundo.

Imagen de portada: Partidarios del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva extienden una bandera durante una manifestación para exigir su liberación en el monumento Cristo Redentor, en Río de Janeiro, Brasil | Agencia EFE
ESCRITO POR YOLANDA VACCARO

Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

 

El Premio Sájarov, lejos de unir a la oposición venezolana, dejó patente su división actual

El Premio Sájarov, lejos de unir a la oposición venezolana, dejó patente su división actual

Artículo en El Debate de Hoy/

ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

WASHINGTON (ESTADOS UNIDOS) | La oposición venezolana evidenció su división con motivo de la entrega del premio Sájarov a la Libertad de Conciencia. Tardaron meses en llegar a un acuerdo sobre quién debería recoger el galardón y todavía no saben cómo se gestionarán los 50.000 euros con los que está dotado.

La oposición al autoritario régimen de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, recientemente recogió, dividida, el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que entrega cada año el Parlamento Europeo. Lo que debería ser un espaldarazo internacional para seguir luchando contra el autoritarismo del actual Gobierno venezolano, como si de un bumerán se tratase, se ha tornado en contra de la oposición al régimen de Maduro, evidenciando su fragmentación.

Y es que desde el anuncio del premio se ha sucedido un rosario de encontronazos y desavenencias entre los opositores a Maduro. Así, tras el citado anuncio, los miembros de la oposición venezolana tardaron mucho en reaccionar para determinar quién recogería el galardón en Estrasburgo. Mientras unos abogaban por la oposición permitida o tolerada por Maduro, otros se inclinaron por que el premio fuera recogido por los familiares de los presos políticos, los fallecidos (más de un centenar, sobre todo asesinados en manifestaciones contra el Gobierno) y los heridos que el régimen de Maduro mantiene y ha dejado en Venezuela. Finalmente, recogieron el premio Sájarov conjuntamente Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, que, tras huir del arresto domiciliario al que estaba sometido, vive ahora en España, y Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, el poder legislativo venezolano. Mientras Ledezma está en clara oposición al régimen, sobre Borges se especula que sería una especie de aliado en la sombra de Maduro, ya que ejerce una oposición blanda, por llamarla de alguna manera, en cierta forma legitimando el régimen heredero del chavismo. Periodistas en Estrasburgo han dado cuenta de la división que se notó entre ambos dirigentes en la ceremonia de la entrega de premios, así como en sus prolegómenos. No hay acuerdo ni siquiera en cómo se gestionarán los 50.000 euros con los que está dotado el premio. Ledezma, junto a familiares de presos políticos -entre los que se encuentra Leopoldo López-, opina que debe ir a un fondo de ayuda a las familias de estos presos políticos, pero Borges prefiere que se destine a una especie de cátedra sobre derechos humanos en una universidad de Venezuela, algo que, según sus críticos, demuestra una vez más su sintonía con el régimen, al que conviene eclipsar en lo posible cualquier comentario, debate o tema relacionado con los mencionados presos políticos venezolanos.

Y es que la fragmentación es lo que mejor define a la oposición venezolana, una división que dirige magistralmente el régimen de Maduro repartiendo “castigos” y pequeñas “recompensas” entre sus opositores, conocida aunque hábil estrategia para dividirlos. Así, por ejemplo, sin una explicación medianamente lógica y clara sobre los motivos de las diferencias (aunque nunca justificable), hay opositores en prisión, otros en arresto domiciliario y otros directamente ejercen la política con muchas cortapisas, es cierto, pero en libertad e incluso con cargos públicos, como es el caso del propio Borges. Así pues, no extraña que los grupos opositores, con el tiempo, lejos de unirse formen cada vez más grupos; en la actualidad, los partidos que forman la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) suman 18. En este marco, solo una parte de la MUD respaldó la creación de la Asamblea Constituyente, en julio pasado, algo frontalmente rechazado por otros partidos del bloque. En línea similar, mientras algunos de estos grupos denunciaron el referéndum revocatorio realizado en 2016, otras formaciones lo denostaron sin ambages.

De este modo, tampoco debe sorprender que el movimiento de Maduro haya ganado las elecciones regionales de octubre de 2017, así como las municipales del 10 de diciembre en la mayor parte de provincias, algo que se debe, entre otras cosas, a que algunos de los partidos más emblemáticos de la oposición decidieron no participar en estos comicios. Por si fuera poco, Maduro ha dicho que por esta falta de participación los castigará con no dejarlos presentarse en las elecciones generales que deben tener lugar en 2018. Algo que verdaderamente puede acarrear que el túnel en el que está metida Venezuela parezca cada vez más un callejón sin salida, a menos a corto y medio plazo, ya que, si no existe oposición medianamente activa, el chavismo-madurismo tendrá el camino de la perpetuación y el autoritarismo cada vez más despejado.

Mientras tanto, el pueblo sufre las consecuencias de una Venezuela secuestrada por Maduro y la facción gobernante del sector militar, que posee ya el control sobre el petróleo y casi todas las gobernadurías. Las cifras son elocuentes. Cuatro de cada cinco venezolanos ya viven en la pobreza, de acuerdo a los estándares de Naciones Unidas; desde el 2013, el PIB ha caído en un 35%, la inflación supera el 800% y no hay suficiente moneda en circulación para solventar las necesidades básicas.

El chavismo y Maduro también causan división en la Eurocámara

En este marco, la voz de la comunidad internacional es clave. Un aspecto que, asimismo, evidencia que el régimen chavista, encarnado hoy por Maduro, causa polémica y división allí por donde pasa. Como resultado de ello, la división en torno al premio Sájarov también contaminó a la Eurocámara. Los eurodiputados liberales fueron quienes propusieron la candidatura de la MUD y ganaron con el apoyo de conservadores y populares. Descontentos porque, al parecer, Maduro no les parece lo suficientemente autoritario y poco democrático, en la ceremonia de entrega del premio se ausentaron Los Verdes y algunos integrantes de la izquierda, entre ellos los cuatro eurodiputados de Izquierda Unida. Los cinco eurodiputados de Podemos, muy en la línea podemita de ponerse de costado en temas elementales de derechos humanos y democracia, estuvieron presentes en la ceremonia pero permanecieron sentados y sin aplaudir.

ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

Trump y Corea del Norte: la tensión en el punto más álgido

Trump y Corea del Norte: la tensión en el punto más álgido

Artículo en El debate de hoy/

ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

“Fuego y furia”. Eso es lo que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido como respuesta en caso de que el régimen de Corea del Norte prosiga con su actual escalada de tensión. Si Pyongyang no rebaja sus amenazas se encontrará “con unos problemas que pocos países han visto nunca”, ha añadido el presidente estadounidense.

El hecho de que Donald Trump haya acostumbrado al mundo con una retórica beligerante para prácticamente todo lo que no sea de su agrado puede hacer pensar que la citada frase no debe encender las alarmas pues se enmarca en su habitual modo de expresarse. No obstante, los hechos indican que estamos frente al punto de tensión más álgido en lo que a Corea del Norte se refiere desde 2010, cuando un torpedo norcoreano hundió una corbeta de Corea del Sur causando 46 muertos. Incluso hay quienes apuntan que el grado actual de calentamiento en este conflicto es mucho peor ya que envuelve directamente a la mayor potencia mundial, incluido el terreno militar, Estados Unidos, en una confrontación con el imprevisible y totalitario régimen del dictador norcoreano, Kim Jong Un.

Guam en el punto de mira

Y es que más allá de la beligerancia verbal, hay dos factores determinantes para una verdadera preocupación que diferencian el escenario actual respecto de anteriores contrapuntos entre Estados Unidos y Corea del Norte.

La primera y más relevante diferencia es que Corea del Norte habría logrado miniaturizar una ojiva nuclear para colocarla en misiles intercontinentales, la noticia que motivó la mencionada respuesta de Trump. Esto significaría que la capacidad militar y nuclear de Corea del Norte es hoy una amenaza mucho mayor que en el pasado ya que la citada capacidad de miniaturización de ojivas permitiría el lanzamiento dirigido de misiles nucleares a una distancia relevante. De hecho, las palabras de Trump sobre “fuego y furia” fueron pronunciadas tras el lanzamiento por parte de Corea del Norte de un misil balístico que superó con creces el alcande de anteriores misiles lanzados por el régimen, y Estados Unidos y Corea del Sur analizan si Pyongyang efectivamente tiene capacidad de lanzar misiles balísticos intercontinentales. La segunda diferencia es que Kim Jong Un ha emitido una amenaza directa contra aguas aledañas a territorio estadounidense, la isla de Guam, enclave militar de Estados Unidos; el Ejército norcoreano ha indicao que podría lanzar cuatro misiles Hwasong-12 que sobrevolarían Japón y que caerían a 40 kilómetros del citado enclave. Sería la primera vez que misiles norcoreanos impacten cerca de territorio estadounidense. Pyongyang incluso ha señalado que tal lanzamiento tendría lugar a finales del presente agosto pues en esas fechas Estados Unidos y Corea del Sur realizarán nuevas maniobras militares conjuntas, ejercicios siempre denostados por Pyongyang.

Asimismo, hoy existe un factor que puede tener efectos tanto positivos como negativos, dependiendo del escenario: el Gobierno de China, el mayor y más eficaz aliado de Corea del Norte, ha anunciado que ahora sí está dispuesto a hacer efectivas las amenazas de sanciones económicas contra Pyongyang si continúa la escalada. Que el factor China opere de manera disuadoria o desencadenante depende del imprevisible carácter demostrado hasta ahora por el dictador norcoreano y del grado de temeridad que esté dispuesto a desplegar ya que anular el apoyo de China significaría que su caída pasaría a ser altamente probable. No obstante no hay que descartar la posibilidad de que la crisis actual tribute de un juego estratégico de Kin Jong Un para hacer gala de poderío militar para continuar en el poder tras rebajar la tensión.

Como complemento nada despreciable existe una diferencia más respecto de crisis anteriores en este terreno: el actual presidente de Estados Unidos utiliza una retórica similar a la de su homólogo asiático, un elemento que más allá de la anécdota puede contribuir a agrietar un escenario ya bastante erosionado. Pero, al igual que ocurre con el tema de China, el factor de la retórica puede tanto caldear el ambiente como hacer ver a Kim Jong Un que el presidente de Estados Unidos es capaz de hablarle en términos semejantes porque también sería capaz de materializar la amenaza. Así lo ha tratado de explicar el Secretario de Estado, Rex Tillerson, quien ha afirmado que este lenguaje es necesario para que Kim Jong Un comprenda, hablándole en términos similares a los que él suele utilizar.

Corea del Norte sigue con su ‘política Sogun’: priorizar su desarrollo como potencia nuclear
La población de Corea del Norte vive bajo el yugo de una saga de dictadores que heredan un régimen terrorífico al que cada uno añade una pizca de sal.
En cualquier caso el problema de esta retórica, al margen de que pueda resultar grotesca o demasiado prosaica, es que si no hay acción correspondiente en caso de que continúe la escalada norcoreana, puede debilitar la idea de contundencia que irradia Estados Unidos. Una medida de que las palabras de Trump pueden trivializar la imagen estadounidense es que días después de su amenaza de “fuego y furia”, el presidente de Estados Unidos eludió o no pudo responder cuando le preguntaron en qué acciones concretas consistiría su “fuego” y su “furia”. “Ustedes ya verán, ustedes ya verán”, fue su respuesta, una frase demasiado simplista y hueca incluso para Trump.

Si de disuadir se trata no parece que emplear semejante lenguaje sea la táctica más adecuada. Lisa Collins, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, D.C., considera que las amenazas de Trump no responden a una estrategia, no son útiles y, por si fuera poco, contradicen a Tillerson, que ha llamado al diálogo.

La amenaza nuclear y el factor determinante de China

La amenaza de lanzar misiles que impactarían cerca de Guam mantiene en vilo a parte de los estadounidenses si bien el escepticismo parece reinar entre los entendidos en Washington, D.C. Si el escenario se complica no cabe duda de que Estados Unidos supera en potencia militar a cualquier país del mundo. Sin embargo hay un factor que genera incertidumbre y es precisamente la conciencia de que Pyongyang posee armas nucleares. Ante este hecho resultaría incalculable el nivel de daños que podrían generarse por ambos lados. Estados Unidos cuenta con capacidad de respuesta y, sobre todo, con misiles balísticos y antibalísticos intercontinentales para defender su territorio continental por lo que es evidente que los más afectados en un escenario verdaderamente bélico serían los países vecinos y rivales del régimen norcoreano, empezando por Corea del Sur y Japón, a la espera de que se compruebe la capacidad intercontinental de los misiles balísticos norcoreanos.

En un contexto semejante todo indica que solo China, uno de los cinco países reconocidos como potencias nucleares por Naciones Unidas tras la Segunda Guerra Mundial (junto a Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y Francia), podría contener el conflicto. En este tablero Vladimir Putin, presidente de Rusia, otro de los poderosos aliados de Corea del Norte, se ha presentado como posible mediador en una jugada que, por otro lado, no deja de levantar suspicacias entre quienes ven a Putin como el gran estratega que podría haber contribuido a atizar el fuego para luego presentarse como pretendido pacificador.

Lo que parece claro es que nadie quiere siquiera poner sobre la mesa la idea que representa la manida frase de destrucción mutua asegurada, tan en voga durante la Guerra Fría. Así las cosas, la ayuda financiera que inyecta Pekín en Pyongyang se antoja como la esperanza de distensión en caso de que se agudice un conflicto de consecuencias imprevisibles si se materializa la retórica.

Yolanda Vaccaro: Maduro agudiza la crisis en Venezuela

 

Artículo en El Debate de Hoy

ESCRITO POR YOLANDA VACCARO

Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. Investigadora en la Universidad de Georgetown. @yolandavaccaro

Maduro agudiza la crisis en Venezuela. Pasa de ser mal gobernante a dictador . Venezuela precisa ayuda internacional urgente

El pasado domingo Nicolás Maduro consumó uno de los mayores atropellos que el chavismo viene infligiendo a la maltrecha democracia venezolana, al llevar a cabo una jornada electoral para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que, según su esquema, debería perpetuarlo en el poder. La oposición no participó en estas elecciones, a todas luces ilegítimas puesto que los procesos electorales en Venezuela carecen de las mínimas características esenciales para ser considerados como comicios medianamente homologables, y puesto que el único objetivo de tales comicios es redactar una constitución a la medida del cuestionado presidente. Asimismo, el clientelismo, el acoso a la oposición y a la población en general que está en contra del chavismo impiden que haya elecciones limpias.

 El chavismo pretende anular a la oposición y, sobre todo, ha convertido un país tan rico como Venezuela en un paria internacional, con una población que, literalmente, lucha cada día por subsistir. Quienes tienen familiares o amigos en Venezuela saben que la escasez campa a sus anchas en el país, donde apenas hay alimentos o medicamentos. La llamada revolución bolivariana ha convertido a Venezuela en una nueva Cuba.

Presos políticos

El penúltimo capítulo de esta escalada tuvo lugar el martes, pocas horas después de la bochornosa elección para la Constituyente, jornada en la que apenas participó el 41% del electorado. De madrugada y a punta de pistola, el Servicio Bolivariano de Inteligencia sacó de sus casas a dos de los más conocidos líderes de una asediada oposición que, sin embargo, no da su brazo a torcer ante el autoritarismo que Maduro ha llevado a unos extremos perversos a la par que contradictorios: Leopoldo López, ex alcalde del municipio caraqueño de Chacao, y Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas.

López había pasado encarcelado tres años y medio hasta que hace apenas tres semanas fue trasladado a su casa para cumplir una pena de arresto domiciliario acusado de ser uno de los dirigentes de las protestas que desde principios de año sacuden Venezuela, unas protestas que claman contra el autoritarismo y la miseria en la que Maduro ha sumido a la población. Ledezma, por su parte, estuvo en la cárcel desde febrero hasta mayo de 2015, fecha en la que fue confinado también en arresto domiciliario acusado de presunta conspiración contra Maduro.

Según difundió el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, a las órdenes del chavismo, los nuevos encarcelamientos se efectuaron porque se habían conocido supuestos planes de López y de Ledezma para fugarse. Lo cierto es que la medida represora bien puede cumplir varias funciones de hostigamiento pero, sobre todo, encaja como cortina de humo frente a la oleada de indignación y reprobación mundial por la convocatoria de la mencionada Asamblea Nacional Constituyente. También da la medida de la huida hacia adelante del régimen de Maduro en su pretendida aniquilación de cualquier oposición.

La comunidad internacional tiene la palabra

En cualquier caso, lo que realmente estaría consiguiendo el régimen es azuzar el fuego de su aislamiento. Porque a estas alturas está claro que Venezuela necesita una urgente y decisiva ayuda desde el exterior. Los líderes y el pueblo venezolano están poniendo sus vidas en juego; sólo la víspera de los mencionados comicios constituyentes doce personas murieron a manos de la represión cuando protestaban por los atentados contra la democracia y el sustento mínimo. De modo que es la comunidad internacional la que tiene la responsabilidad de impedir mayores atentados. Cuando ya decenas de personas han perdido sus vidas en las calles venezolanas reclamando justicia, la injerencia internacional en forma de diplomacia contundente y eventuales acciones económicas y comerciales no solo es justificada sino que se hace necesaria y urgente.

Venezuela se acerca al Estado fallido

No hay demasiados motivos para el optimismo pero sí resulta significativo que esta vez el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, por fin se ha visto acompañado en su crítica sin ambages contra la represión en Venezuela por varios jefes de Estado latinoamericanos. Los gobiernos de Argentina, Colombia, México y Perú, al menos, han manifestado que no reconocen las últimas elecciones para una nueva Asamblea Constituyente. Desde Europa, España ha hecho lo propio y ha anunciado que promoverá acciones de respuesta en el seno de la Unión Europea.

Y todo indica que finalmente Estados Unidos adopta una posición decidida contra el régimen; esta semana el consejero de Seguridad Nacional, Herbert R. McMaster, no se fue por las ramas y dijo que Maduro “ya no es un mal líder” sino que ahora “es un dictador”.

Aunque aún no ha anunciado medidas de forma concreta, el Departamento de Estado ha indicado que adoptará “medidas enérgicas y expeditivas contra los artífices del autoritarismo en Venezuela, incluidos aquellos que participen en la Asamblea Nacional Constituyente como resultado de la elección defectuosa del día de hoy”. El Gobierno estadounidense, asimismo, reclama precisamente una acción internacional más contundente instando “a los Gobiernos del hemisferio y de todo el mundo a tomar medidas contundentes para que rindan cuentas todas las personas que socavan la democracia, niegan los derechos humanos, sean responsables de hechos de violencia y represión, o participen en prácticas corruptas”.

En los últimos años Washington ha impuesto sanciones económicas individuales contra miembros del régimen venezolano pero había evitado tomar medidas específicas sobre Maduro. El lunes, el Departamento del tesoro anunció que congelará cualquier activo que el presidente venezolano tenga en Estados Unidos. Maduro, asimismo, ingresó en la lista negra de personas especialmente identificadas a quienes se prohíbe el ingreso en territorio estadounidense.

Resulta difícil prever la reacción del régimen de Maduro. Pero lo que es un hecho es que un inmovilismo o una mera retórica sin concreción por parte de la comunidad internacional solo alimentará el autoritarismo por no hablar de las consideraciones éticas que implica permanecer impasible ante una flagrante violación de la democracia y de los derechos humanos en un país que, además, en lo que respecta a España e Iberoamérica, es parte de la familia.

Imagen de portada: Nicolás Maduro celebra su victoria en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente | Agencia EFE

Yolanda Vaccaro en El Debate: La violencia en México

La violencia en México. Artículo en El Debate de Hoy

México: entre el “Estado fallido” y el “narcoestado”

Por: YOLANDA VACCARO

Periodista y Comunicadora. Investigadora en la Universidad de Georgetown (Washington, D.C). Corresponsal del Diario El Comercio. @yolandavaccaro

Javier Valdez, el gran cronista de la llamada narcoviolencia, se ha convertido en el sexto periodista asesinado en México en lo que va de año. Doce balazos descerrajados a bocajarro acabaron con su vida a pocas calles de su casa y de su centro de trabajo, en la revista Ríodoce, a plena luz del día en Culiacán, capital del estado de Sinaloa. Su vehículo fue interceptado por varios hombres según investigaciones de Ríodoce. A sus 50 años de edad, Valdez deja un legado que se considera único en la investigación y la difusión de la violencia que parece campar a sus anchas en uno de los estados mexicanos en los que reina el narcotráfico. Una violencia por la que los periodistas mexicanos han bautizado a su país con el ya tristemente célebre calificativo de narcoestado.

Los compañeros de profesión de Valdez exigen una investigación que desde el primer momento se ve coartada porque las cámaras que supuestamente vigilan las calles de Sinaloa precisamente no funcionaban en la calle en la que se cometió el asesinato. La impunidad acompaña la comparsa de la violencia. Los periodistas son uno de los principales objetivos de este crimen organizado porque demasiadas veces aventajan a las autoridades investigando para hallar a los culpables. A estas alturas no sorprende que no haya ningún detenido por los seis asesinatos de periodistas este año. Desde el año 2000, los hombres y mujeres periodistas asesinados suman un centenar y son muy escasas y realmente improductivas las pesquisas oficiales. La repercusión del asesinato de Valdez, sin embargo, ha obligado al presidente Enrique Peña Nieto a emitir una declaración de condena pues era uno de los profesionales de prensa más respetados en su país. Aun así, no son grandes las esperanzas de que haya una investigación seria. Tampoco la ha habido tras el asesinato, a finales de marzo pasado, de la periodista Miroslava Breach, corresponsal del diario La Jornada en Chihuahua. Breach recibió ocho disparos al salir de su casa. “A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio” escribió entonces Valdez en su cuenta de Twitter.

Oficialmente 492 personas fueron asesinadas en México durante el primer cuatrimestre de este año. La prensa considera que esa cifra ya se ha duplicado. Si bien organizaciones independientes hablan de alrededor de 10.000 muertes cada año por esta causa no hay cifras oficiales cerradas sobre el número de asesinatos atribuibles al crimen organizado en México ya que una gran parte de víctimas no denuncia.

Porque nadie está a salvo en la guerra del narco que parece impregnar el día a día de la sociedad mexicana. En septiembre pasado la española María Villar fue secuestrada y asesinada en Ciudad de México; su familia llegó a pagar un rescate pero igualmente no hubo compasión. Este caso volvió a poner sobre el tapete internacional el debate sobre la debilidad del Estado Mexicano respecto de la violencia que cabalga por el país. Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada día se producen cinco secuestros en México. La asociación civil Alto al Secuestro contabiliza un total de 7.846 secuestros en los últimos cuatro años.

Corrupción y narcotráfico

La corrupción y el narcotráfico, naturalmente ligados, son los pilares sobre los que se asienta el drama de un país que a diario enfrenta noticias trágicas. En este marco la desaparición de 43 estudiantes de educación a manos de narcotraficantes cometida en 2014 en Iguala, Estado de Guerrero, marca un nuevo punto de inflexión a la hora de hablar de México como un Estado fallido.

Es abundante la literatura que define el concepto de Estado fallido, frase que refiere la ausencia de autoridad y Estado en países verdaderamente desvertebrados como Somalia. Sin embargo se trata también de un término lo suficientemente amplio como para que pueda ser utilizado al hablar de países en los que el Estado es tan débil que su población desconfía a tal punto de sus instituciones y autoridades que prefiere evitar a los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado porque estos, lejos de socorrer a quienes acuden a ellos suelen actuar conjuntamente con los criminales, es decir, también son criminales. A raíz del caso de Villar personas entrevistadas en medios de comunicación que lograron sobrevivir a los llamados “secuestros exprés” en México coincidieron en señalar que lo último que se les hubiera ocurrido durante sus secuestros si hubieran tenido la ocasión de hacerlo habría sido pedir ayuda a un policía. De allí, igualmente, que muchos crímenes no se denuncien. Ese es el auténtico dilema de México: que demasiadas autoridades llamadas a asegurar el orden legal son parte del crimen organizado.

La prueba más fehaciente de ello es el caso de la citada desaparición de los 43 estudiantes de Iguala y el asesinato de otros seis estudiantes. Todo apunta a que los desaparecidos fueron entregados a una banda de narcotraficantes nada más y nada menos que por el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ligado a la citada banda. Los 43 estudiantes habrían sido asesinados y sus restos habrían sido literalmente carbonizados, triturados y arrojados a un río. Las familias de los desaparecidos y las entidades que las apoyan acusan directamente a las autoridades al menos de lentitud y desidia en la investigación.

El mencionado alcalde de Iguala está en la cárcel a la espera de juicio por los mencionados asesinatos de seis estudiantes y de un líder opositor. Sin embargo ni siquiera cuando los criminales son detenidos estos dejan de ejercer sus actividades delictivas. Y, en este punto, resulta crucial mencionar la sonada huida de una cárcel mexicana del conocido narcotraficante Joaquín Guzmán, alias El Chapo que, en 2015, escapó a través de un túnel de 1.500 metros de longitud con ventilación, luz y hasta un carril para una motocicleta. Construir semejante obra implica necesariamente la connivencia de las autoridades. Francisco Rivas, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano de México, lo tiene claro: “Es evidente que en la fuga hay un fallo de corrupción”. Guzmán fue posteriormente fue localizado, arrestado y extraditado a Estados Unidos; pocos dudan de que la presión estadounidense fue determinante en este caso.

El hecho de que la responsabilidad y la connivencia en los delitos se achaquen a diferentes gremios con autoridad (policías, militares, políticos) así como a gobiernos y partidos de diferentes colores políticos aporta elementos al argumento de la debilidad del Estado. Porque la violencia del México actual lleva décadas acrecentándose y tiñendo diferentes sectores desde que, en los años ochenta, los cárteles de la droga colombianos eligieron México como su vía de paso preferente. La brutal violencia que caracteriza por antonomasia a los sicarios del narcotráfico ha ido extendiéndose en México. Delincuentes de diverso pelaje imitan la brutalidad del narco porque este tipo de violencia se ha convertido en un tenebroso lugar común. La gran mayoría de crímenes en México tienen algún punto de conexión con el narcotráfico. De allí que los analistas coincidan con la prensa mexicana y califiquen al país como narcoestado. Así opina el analista Moisés Naím y afirma para sustentarlo que en un narcoestado “el crimen organizado es gobierno, es el que manda, el que hace y deshace”.

La monumental tarea de reforzar al Estado

Los conceptos de “Estado fallido” y “narcoestado”, en todo caso, muy bien pueden llegar a considerarse sinónimos. La debilidad de un Estado es lo que finalmente lo convierte en presa de bandas criminales como las del narcotráfico. México, pues, se enfrenta a la inmensa tarea de reforzar sus instituciones para alejarse de la debilidad que lo atenaza. Una tarea verdaderamente monumental para la que evidentemente hace falta colaboración desde el exterior y que la comunidad internacional aborde con pragmatismo, seriedad y rigor debates como el que gira en torno a la legalización de las drogas para debilitar a quienes se lucran con la lacra de la drogadicción.

Yolanda Vaccaro: artículos en la revista «El debate de hoy»

https://eldebatedehoy.es/?s=vaccaro

 

ARTÍCULOS PUBLICADOS POR YOLANDA VACCARO
Autor: Yolanda Vaccaro

Yolanda Vaccaro / Autor

Lenín Moreno gana las presidenciales en Ecuador bajo acusaciones de fraude
INTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 2 ABRIL, 2017

El candidato oficialista obtiene el 51% de los votos mientras que el opositor Guillermo Lasso llama a la impugnación del recuento y habla de un presidente “ilegítimo”.

Lenín Voltaire Moreno Garcés (Orellana, Ecuador, marzo de 1953), el candidato oficialista que ha pasado a la segunda vuelta electoral en Ecuador, es un político atípico. Vicepresidente entre 2007 y 2013 y delfín de Rafael Correa, el actual mandatario, Moreno concita destacable apoyo, incluso entre aquellos que no están convencidos, ni mucho menos, con la gestión del actual presidente (no hay que olvidar que Correa se encuentra demasiado escorado hacia el filochavismo venezolano).

Y es que sobre Moreno, de notable talante cordial, “hay una especie de idealización” en el imaginario colectivo de la ciudadanía ecuatoriana, según palabras de Paulina Recalde, responsable de la encuestadora Perfiles de Opinión. Ganador de las elecciones celebradas el pasado 19 de febrero, con un 39,35% de los votos, a poco más de medio punto para ganar en primera vuelta, Moreno se presenta como el favorito para la segunda vuelta, cita en la que se medirá con Guillermo Lasso, el candidato de la derecha que en la primera vuelta se apuntó un 28,11% de los votos. Obviamente, no todo está dicho, ya que la lideresa de la tercera fuerza política, Cynthia Viteri, con el 16,27% de los votos en primera tanda, ha dicho que apoyará la candidatura de Lasso.

Es inevitable apuntar que Moreno se moviliza en silla de ruedas, a raíz de un balazo que le propinaron en un asalto, en 1998, y que le dañó la médula espinal ocasionándole paraplejia
A diferencia de Correa, Moreno ha cultivado y cosecha una imagen de político amable. Su gestión como vicepresidente se recuerda básicamente porque su cometido principal fue el de lograr la inserción social y económica de las personas con discapacidad. También porque su carácter es conciliador.

Por si fuera poco, es autor de una decena de libros de autoayuda para personas que han sufrido accidentes con secuelas y hasta un manual del humor como terapia y forma de afrontar las vicisitudes de la vida. En 2012, fue nominado al Premio Nobel de la Paz. En su país es famosa su teoría del humor, plasmada en el programa “Sonríe Ecuador, somos gente amable” para impulsar la convivencia pacífica. Sus mayores seguidoras y mejores apoyos son su esposa, con la que lleva cuarenta años casado, y sus tres hijas.

Aunque no debería ser un tema que se mencione de forma destacada, es inevitable apuntar que Moreno se moviliza en silla de ruedas a raíz de un balazo que le propinaron en un asalto, en 1998, y que le dañó la médula espinal ocasionándole paraplejia. Un hecho que ha marcado su vida en todos sus aspectos, motivándole una actitud positiva que se ha plasmado no solo en su obra literaria sino también su trayectoria política.

Después de decidir no acompañar al presidente Correa en la reelección, en 2013 asumió el cargo de Enviado Especial de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, con sede en Ginebra
Licenciado en Administración Pública por la Universidad Central del Ecuador, Moreno fue profesor de educación secundaria, luego fundó y dirigió una empresa de turismo y, posteriormente, la Cámara de Turismo de Ecuador. Tras sufrir el mencionado asalto, se volcó con los temas motivacionales. Así, en su papel de vicepresidente del país, desarrolló varios programas de apoyo para las personas con discapacidad, entre ellos, la misión solidaria Manuela Espejo, el primer diagnóstico de la situación de los discapacitados en Ecuador. Moreno complementó ese programa con el pago de un subsidio mensual de 240 dólares (alrededor de 220 euros) para el cuidado de personas con limitaciones severas, un hito en la sociedad ecuatoriana.

Tras optar por no acompañar al presidente Correa en la reelección, en 2013 asumió el cargo de Enviado Especial de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, con sede en Ginebra. Este cargo, que llenó de orgullo a muchos ecuatorianos, incluso a aquellos distanciados de la política de Correa, ha sido, sin embargo, el punto negro en la carrera de Moreno, tras conocerse que el Gobierno ecuatoriano le paga un sueldo por esta labor.

En el caso de que Moreno llegue a suceder a Correa, no se espera que lidere grandes cambios en las líneas matrices, aunque sí un tono más cordial, por ejemplo, en las relaciones con la prensa, unas relaciones difíciles durante la presidencia de Correa
Luego del anuncio de Correa de no presentarse a una nueva reelección, Moreno renunció a su trabajo en Naciones Unidas y se instaló de nuevo en Quito para encarnar la candidatura oficialista, eligiendo como acompañante en la candidatura a la vicepresidencia a Jorge Glas, el actual vicepresidente. Por si quedaban dudas, se trata a todas luces de una candidatura a la medida del actual jefe del Estado, por más que Moreno haya hecho esfuerzos notables por marcar distancias, al menos en lo que a formas se refiere.

Su programa electoral empieza por prometer diálogo en todos los frentes, así como la creación de 200.000 nuevos puestos de trabajo, en un país con una tasa de desempleo que, aunque oficialmente no llega al 6%, en el ámbito informal se presume mucho más alta y con altos índices de informalidad y subempleo. También se refiere a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores.

Moreno se presenta la segunda vuelta electoral con posibilidades reales de ocupar la planta noble del Palacio de Carondelet
De llegar a suceder a Correa, en cualquier caso, no se espera que Moreno lidere grandes cambios en las líneas matrices, aunque sí un tono más cordial, por ejemplo, en las relaciones con la prensa, unas relaciones marcadamente difíciles durante la presidencia de Correa, un presidente que ha llegado a demandar judicialmente a decenas de periodistas y medios de comunicación.

Con estas premisas, Moreno se presenta a la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar el próximo 2 de abril, con posibilidades reales, aunque no cerradas de ocupar la planta noble del Palacio de Carondelet. El hecho de ir a segunda vuelta, eso sí, no ha gustado a su padrino político, el presidente Correa, que en su estilo tradicional ha dicho que, si gana la oposición, “tendrá” que regresar poco menos que a salvar el país, pero ese es otro tema.

Guillermo Lasso • El emprendedor que promete “el regreso de la democracia” a Ecuador
INTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 2 ABRIL, 2017

El candidato de la oposición que ha pasado a la segunda vuelta electoral en Ecuador es un hombre de principios, lastrado porque fue ministro de Economía cuando se congelaron los depósitos bancarios de millones de ciudadanos.

Defensor de la vida, de la libertad de expresión y de la separación de poderes en un país signado por el enfrentamiento del Gobierno con los medios de comunicación y con la independencia de los jueces, Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza (Guayaquil, noviembre de 1955) es el candidato de la oposición que se enfrentará al oficialista Lenin Moreno en la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar en Ecuador el próximo 2 de abril. Con el 28,11% de los votos válidos logrados en la primera vuelta de la contienda electoral, Lasso pasó a la segunda vuelta por detrás de Moreno, pero sus posibilidades pueden aumentar si sigue sumando apoyos. Para empezar, ya ha dicho que lo respaldará la candidata que quedó en tercer lugar, Cynthia Viteri, que obtuvo un 16,27% de los sufragios en primera vuelta.

Es el último de once hermanos, está casado desde 1980 y es padre de cinco hijos. Miembro supernumerario del Opus Dei, está en contra del aborto, aunque acepta las uniones civiles (que no matrimonios) entre personas del mismo sexo.

Con tan solo 22 años fundó su primera empresa. Desde entonces, ha creado y dirigido una decena de entidades privadas
Ante la crisis económica que afectó al país cuando era adolescente, con 16 años tuvo que empezar a trabajar para terminar de pagar sus estudios de educación secundaria. Con 22 años fundó su primera empresa. Desde entonces, ha creado y dirigido una decena de entidades privadas. También ha participado en juntas directivas de entidades como la multinacional Coca Cola y Mavesa, sucursal ecuatoriana de la japonesa automotriz Hino.

Su caso es el del hombre hecho a sí mismo y emprendedor de manual, si bien sus oponentes políticos suelen referirse a él como “exbanquero” como si de un insulto se tratase. La crisis económica que atravesó su familia le impidió obtener un título universitario, un punto que también critican sus adversarios, pero que para Lasso, según sus palabras, significa un motivo de “orgullo” por haber “aprendido haciendo”. Así, posee un doctorado honoris causa por la Universidad de las Américas, pero no ha tenido problemas en remarcar que ha sido “oficinista, vendedor ambulante de cerámica, vendedor de bingos, enciclopedias, trabajador en la aduana, emprendedor en el sector inmobiliario y en el campo cívico”.

No ha tenido problemas en remarcar que ha sido “oficinista, vendedor ambulante de cerámica, vendedor de bingos, enciclopedias, trabajador en la aduana, emprendedor en el sector inmobiliario y en el campo cívico”
También cuenta con un bagaje destacable en los sectores público y político. Fue presidente ejecutivo del Banco de Guayaquil, del que es uno de sus principales accionistas. Ha sido gobernador de la provincia del Guayas (un año, en 1998), ministro de Economía y Energía durante el gobierno de Jamil Mahuad, así como asesor económico y embajador itinerante en el Gobierno de Lucio Gutiérrez. A partir de 2003, como embajador itinerante en el Gobierno de Gutiérrez, se concentró en el establecimiento de tratados comerciales con otros países, especialmente con Estados Unidos.

En 1994 fue nombrado presidente ejecutivo del Banco Guayaquil, de titularidad pública, cargo que desempeñó hasta 2012. Simultáneamente, entre 1993 y 1997, ejerció como presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador. En relación con este cargo, fue investigado judicialmente acusado de haber favorecido a una entidad bancaria privada, pero se sobreseyeron los cargos en su contra.

Actualmente, preside fundaciones públicas y privadas de interés social, como la Fundación Barrio, iniciativa cimentada en la instalación de un punto de atención en negocios no bancarios, como pequeñas tiendas, para fomentar el acceso a los servicios financieros
Cuando fue ministro de Economía de Mahuad, en 1999 se desató un escándalo financiero conocido como “feriado bancario”, que consistió en el cierre de las entidades bancarias del país y el congelamiento de casi 2.000 millones de dólares (1.900 millones de euros) de depósitos de ciudadanos, que afectó a miles de familias y que derivó en la dolarización de la economía ecuatoriana y en la peor crisis económica del país en las últimas décadas. Precisamente como consecuencia de esta crisis, millones de ecuatorianos emigraron masivamente, sobre todo a España y a Estados Unidos. Aunque la investigación que el presidente Correa promovió por esta crisis en 2007 determinó que Lasso no tuvo responsabilidad, este es un episodio oscuro que lastra la carrera y la imagen del político.

Apuesta por la reducción de impuestos y de la deuda pública para aumentar el empleo y la productividad. Admira la política desarrollada por el expresidente del Gobierno español José María Aznar en lo que respecta al crecimiento del sector privado, la austeridad fiscal y la privatización. Opta por una mayor apertura económica y comercial con Estados Unidos y con la Unión Europea. Y se ha declarado contrario a la dictadura castrista y al chavismo venezolano, que tanto parece agradar al presidente Correa.

Opta por una mayor apertura económica y comercial con Estados Unidos y con la Unión Europea. Y se ha declarado contrario a la dictadura castrista y al chavismo venezolano
Tras la caída del Gobierno de Gutiérrez, creó una plataforma política y, en 2013, fundó el movimiento CREO (Creando Oportunidades), de centro derecha, integrado por políticos y empresarios. Aunque anteriormente perdió las elecciones frente a Correa, Lasso se ha erigido como el líder de la oposición, defendiendo la libertad de expresión y la separación de poderes, dos elementos claves de la democracia que el Gobierno de Rafael Correa ha menoscabado de forma singular.

El hecho de que Lasso haya podido llegar al sitio en el que se encuentra políticamente, en un país marcado por la persecución ideológica, tributa sin duda de su habilidad desarrollada como emprendedor para sortear dificultades de manera contundente, pero cuidando las formas hasta en sus últimos detalles. Así, se ha cuidado de no dirigir descalificaciones a sus opositores en la contienda electoral, conocedor de la especial susceptibilidad de la que adolece el actual Ejecutivo ecuatoriano.

Sus promesas estrellas son crear un millón de puestos de trabajo, eliminando impuestos y fomentando los acuerdos comerciales con otros países, y “recuperar la democracia”.

Los vertiginosos primeros dos meses de Donald Trump en la Casa Blanca
INTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 30 MARZO, 2017

Donald Trump ya ha iniciado su tercer mes en la Casa Blanca y ha conseguido, en tiempo récord, poner en marcha medidas realmente revolucionarias. Ya se ha ganado a pulso el calificativo de “presidente estadounidense más singular de la historia”.

Los dos primeros meses de Donald Trump al frente de la Casa Blanca no han defraudado las expectativas de aquellos que se temían una nueva era de sobresaltos. El presidente no ha perdido el tiempo. En tiempo récord, ha puesto en marcha las medidas más revolucionarias, por decirlo diplomáticamente, que se pueden esperar de un presidente de Estados Unidos en nuestros días.

Ha cursado dos prohibiciones de entrada a Estados Unidos de ciudadanos de países de mayoría musulmana, que han sido contestadas por los jueces; ha iniciado su petición de presupuesto para construir un muro que separe las fronteras de Estados Unidos y México; ha magnificado un inédito enfrentamiento de un presidente de Estados Unidos con los medios de comunicación y ha desairado a algunos de los más relevantes líderes extranjeros.

Donald Trump inicia su tercer mes de presidencia con una estrepitosa derrota parlamentaria, al haber tenido que retirar su proyecto de reforma de la ley sanitaria, Obamacare
También ha iniciado el camino para que prime el proteccionismo de la industria estadounidense, amenazando los esfuerzos por tener un mundo cada vez con menores barreras comerciales. Pero, sobre todo, Trump inicia su tercer mes de presidencia con una estrepitosa derrota parlamentaria, al haber tenido que retirar su proyecto de reforma de la ley sanitaria, más conocida como Obamacare; un traspié clave, ya que es responsabilidad de sus propios correligionarios del Partido Republicano.

El determinante frente interno

A golpe de tuits, Trump mantiene en tensión a la comunidad internacional y también a sus conciudadanos. Los cambios que amenazan el equilibrio internacional son de gran calado. No obstante, sus principales intentos de reformas internas son los que concentran la atención de la prensa estadounidense y son los que, al fin y al cabo, podrían ser el motivo de un auténtico desgaste para Trump. Unas reformas que están transitando por un camino de espinas con el que, al parecer, Trump no contaba, aún embelesado con su triunfo electoral.

Donald Trump entra en el campo de batalla
donald trumpEl periodista Vicente Vallés explica cómo Donald Trump lucha contra un sistema robusto y con más de dos siglos de historia. Intenta asentar su base electoral para poder intentar repetir victoria en 2020, aunque sabe que no será fácil.
La más sonada de sus derrotas es la sufrida al tener que suspender la votación parlamentaria para desmantelar el Obamacare, la ley promulgada por el anterior jefe de Estado, Barack Obama. Una ley imperfecta pero que, al permitir que millones de estadounidenses cuenten con atención sanitaria, ha disgustado a los magnates del polémico y rentable negocio de los seguros médicos. El hecho de que hayan sido los propios congresistas republicanos los responsables de que se haya producido este resbalón es especialmente significativo.

Tanto en el Congreso como en el Senado, la mayoría es republicana y fueron demasiados los parlamentarios de este partido que anunciaron su oposición al proyecto de Trump, una de sus promesas electorales estrella. El fuego amigo suele ser el más perjudicial y certero en política. Este varapalo parece ser solo el inicio de una temporada difícil para un outsider de la política tan emblemático como Trump.

Los miembros de la familia Trump alegan que no perciben honorarios y que, si lo hicieran, los donarían a entidades benéficas
En el plano judicial, en pocas semanas, Trump se ha echado encima dos sustanciosas y significativas llamadas de atención judiciales. Su primera orden ejecutiva fue la conocida como primer veto migratorio, una orden emitida nada más llegar al gobierno y que cerraba las fronteras para ciudadanos procedentes de Irán, Iraq, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia, así como determinaba la suspensión de la concesión de estatus de refugiados en general. A los pocos días, un juez dejaba sin efecto la medida. Pocas semanas después, Trump emitió otro decreto, con la única diferencia de que dejaba fuera de la lista de no admitidos a los nacionales de Iraq. Otro juez paralizó el nuevo veto migratorio.

Espionaje ruso y conflictos de intereses

Asimismo, la semana en la que Trump cumplió dos meses como jefe de Estado, el director del FBI, James Comey, reveló en el Congreso que se está investigando la posible conexión entre la campaña que llevó a Trump a la victoria y el espionaje ruso, conexión que habría debilitado la campaña de Hilary Clinton en beneficio del magnate. Comey también indicó que no hay evidencia de que Obama haya espiado los teléfonos de Trump durante la última campaña electoral, algo de lo que Trump acusó a Obama en uno de sus famosos tuits.

Junto a la quiebra del tradicional respeto que mantenía la Presidencia de Estados Unidos respecto de la mayoría de medios de comunicación, a los que denosta constantemente, Trump amenaza otro de los ejes de la Presidencia estadounidense en cuanto a ética se refiere. Así, el presidente no ha tenido reparos en permitir que una de sus asesoras publicite la marca de ropa y accesorios de Ivanka Trump, su hija favorita, y en promocionar sus hoteles y complejos recreativos, como Mar-a-lago, el resort en el que a Trump le gusta despachar los fines de semana.

Igualmente, Trump ha concedido a Ivanka un despacho oficial en la Casa Blanca y ha designado al esposo de esta como uno de sus consejeros. Los miembros de la familia Trump alegan que no perciben honorarios y que, si lo hicieran, los donarían a entidades benéficas. Pero es evidente que ese no es el punto, habida cuenta del rédito económico que los productos Trump obtienen de esta inusual movida presidencial.

Trump el emprendedor
trumpÍñigo Petit hace una reflexión sobre cómo Trump ha llegado a la Casa Blanca con una actitud cargada de referencias que podrían encontrarse en un cursillo acelerado para nuevos emprendedores.
Parece claro que la frase “conflicto de intereses” no forma parte del imaginario colectivo de los Trump. Pero lo grave no es esto, sino que parece que el tema no importa demasiado a los asesores del presidente y a quienes están llamados a poner coto al uso de los fondos del Estado en beneficio propio. Trump “no debería usar su posición oficial para promover sus negocios. Eso no lo hace un buen hombre de negocios. Eso lo convierte en un mal presidente”, ha dicho Richard Painter, el jefe legal de ética del también republicano presidente George W. Bush.

Polémicos gestos internacionales

En el plano exterior, tampoco hay demasiados motivos para el optimismo. Por el momento, Trump ha anunciado que Estados Unidos seguirá pagando sus cuotas a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero siempre y cuando los otros socios de la organización cumplan también con sus contribuciones. Trump, eso sí, mantiene su euroescepticismo y sus ásperas críticas hacia los países europeos, de los que ha dicho que son una especie de cantera de terroristas islamistas.

Trump ha mantenido tensas conversaciones telefónicas con jefes de Gobierno de diversos países considerados aliados de Estados Unidos, como el primer ministro de Australia. Y, en la que se considera la cita más grosera que haya tenido lugar en la Casa Blanca frente a un mandatario extranjero, hace pocas semanas Trump desairó a la canciller alemana, Angela Merkel, cuando los periodistas que cubrían una reunión entre ambos líderes pidieron que estos se estrecharan las manos; Merkel dijo a Trump que lo hicieran, pero este ni siquiera respondió a la mirada de su interlocutora. Un gesto que, una vez más, demuestra la peculiar manera de ser del que, cuando menos, ya se ha ganado a pulso el calificativo de “presidente estadounidense más singular de la historia”.


Trump, el hombre que cambia el paradigma • Su intensa vida antes de llegar a la Casa Blanca
INTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 9 FEBRERO, 2017

Donald Trump ya ha llegado a la Casa Blanca, pero, antes de convertirse en el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, ¿quién era?

Donald Trump, el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, ya ha cambiado el paradigma. Lo que está por ver es hasta qué punto cambiará el esquema mundial que hemos vivido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Sus promesas electorales, amenazas directas incluidas, al calor de numerosas descalificaciones hacia sus contrincantes políticos, hacia los medios de comunicación, hacia estructuras como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hacia aliados tan relevantes como el Gobierno Alemán y tan necesarios como el de China, no invitan precisamente a pensar que estamos ante una forma de política tradicional.

Las alarmas están encendidas merced a sus controvertidos planteamientos y a la forma con la que los expresa. No en vano, Estados Unidos sigue siendo el país más poderoso del mundo, militar y económicamente hablando.

Hasta antes de su candidatura electoral, Trump, era conocido por sus compatriotas principalmente porque fue el conductor de su propio reality show televisivo, “El aprendiz”
En Washington, D.C., analistas y tertulianos de medios de comunicación y think tanks parecen no salir de su asombro; en esta pequeña ciudad, sede del gobierno estadounidense, el 96% de los votos fueron para Hillary Clinton, la derrotada candidata del Partido Demócrata.

Contra pronóstico, Trump ganó las elecciones el 8 de noviembre de 2016. Con 70 años de edad se convierte en la persona con mayor fortuna económica y mayor edad en asumir la presidencia de Estados Unidos.

Y, sobre todo, Trump se convierte en el primer presidente estadounidense sin carrera política anterior y tras una campaña inédita e insólita, trufada cuando menos de incorrección política.

Política y telerrealidad

Hasta antes de su candidatura electoral, Trump, el hombre que rompe con los esquemas y las previsiones, era conocido por sus compatriotas principalmente porque fue el conductor de su propio reality show televisivo, “El aprendiz”, en el que expulsaba a los concursantes con un potente “You are fired” (“Estás despedido”), la frase con la que se le identificaba popularmente.

Desde que Trump inició su campaña política todo tiene un ambiente de reality show, tal como ha señalado el periódico The New York Times.

Así, por ejemplo, el presidente prefiere esquivar a la prensa y utilizar su cuenta de Twitter para hacer declaraciones ya sea alabando a Vladimir Putin o descalificando a la prensa en su conjunto sobre la que ha dicho, por supuesto a través de Twitter, que es “deshonesta” y que, precisamente por ello, seguirá twitteando.

Con el poder que le otorga su victoria se propone incluso desterrar a la prensa de la Casa Blanca. Si nadie detiene la deriva, su abierto enfrentamiento con los medios de comunicación puede romper uno de los ejes de la democracia estadounidense, cimentada en la transparencia en el control sobre el ejercicio del poder.

Los medios de comunicación, eso sí, tienen mucho que ver con el triunfo del nuevo presidente. Cuando Trump inició su campaña, los medios de comunicación tanto de derechas como de izquierdas, no escatimaron espacio para difundir lo que parecían inusuales salidas de tono de un candidato que se consideraba carente de posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca, pero que era cómico a costa de su desenfadada verbigracia.

Sus discursos eran tan políticamente incorrectos e inusuales, como si de un curioso circo se tratase, que siempre subían la audiencia, el rating. ¿Quién podía pensar que alguien que, por ejemplo, no sabía distinguir entre turcos y kurdos tenía alguna posibilidad real de hacerse con la presidencia de Estados Unidos?

Multimillonario y celebrity

Los motivos por los que Trump ha llegado a la cima del poder político mundial serán motivo de análisis, psicoanálisis y tesis doctorales. Pero seguramente echar un vistazo a su trayectoria vital puede dar algunas pistas.

Nacido en Nueva York en 1946, hijo de escocesa y nieto de alemanes por vía paterna, se ha casado tres veces, con dos modelos (una de ellas Melanie Knauss, su actual esposa) y una actriz. Tiene cinco hijos y ocho nietos.

Graduado en Económicas por la Universidad de Pensilvania, a los 25 años de edad se hizo cargo de la empresa inmobiliaria que creó su abuelo en Canadá, rebautizada como Trump Organization. Desde entonces ha construido un imperio multinacional de hoteles, rascacielos, casinos y campos de golf.

Durante dos décadas, hasta 2015, fue dueño de la marca y de los concursos de Miss USA y Miss Universo
Su olfato negociador le permitió incrementar su fortuna a pasos agigantados. En 2016 Forbes lo situó en el número 324 en la lista de mayores millonarios en el mundo, con una fortuna de 4,5 mil millones de dólares si bien una declaración financiera del propio Trump señala que posee casi 9,000 millones de dólares.

Conforme a su predisposición a fomentar y ser parte de la farándula, en 1999 fundó una compañía de modelos. Durante dos décadas, hasta 2015, fue dueño de la marca y de los concursos de Miss USA y Miss Universo.

Conocidas son sus frases denigrantes sobre las mujeres. En uno de sus mítines imitó a un discapacitado burlándose de él
Durante una década, también hasta 2015, lideró el citado reality show “El aprendiz”, en la cadena de TV NBC. En la televisión Trump se dio a conocer por su carácter bravucón aunque sumamente asertivo y rápido de reflejos y pensamiento, algo que se admira especialmente en el país de los hombres hechos a sí mismos.

Trump ha sido nominado dos veces a los premios Emmy por cameos que ha realizado en doce películas y catorce series de televisión. También condujo su propio programa de radio, “Trumped”.

Eclecticismo moral y político

Otro rasgo que puede haber sido interesante para el votante medio es su eclecticismo moral y religioso. Declarado protestante presbiteriano, hasta ahora no se sabe a ciencia cierta si Trump es un conservador a la manera de los republicanos de pro como su vicepresidente, Mike Pence.

Así, mientras Pence está claramente posicionado contra el aborto, Trump no ha expresado una postura clara al respecto con lo que si bien no gusta a nadie de manera total sí satisface el punto medio de quien, como buen hombre de negocios, se mueve al compás de la coyuntura.

En esta línea su afiliación política ha cambiado a través de los años. Apoyó al republicado Ronald Reagan aunque posteriormente se unió al Partido Reformista. Entre 2001 y 2008 respaldó al Partido Demócrata pero en 2008 apoyó la candidatura presidencial del republicano John McCain.

En 2009 cambió oficialmente su afiliación política optando por el Partido Republicano si bien ha contribuido económicamente en las campañas tanto de republicanos como de demócratas.

Errores y frases ofensivas que no parecen hacer mella

Trump y su hábil equipo de campaña han sabido ensombrecer los puntos que podrían resultar más negativos para el votante medio americano: no hizo el servicio militar, se libró de ir a la guerra de Vietnam por motivos de educación y dudosos certificados médicos, y sus empresas de casinos y hoteles se declararon en bancarrota seis veces entre 1991 y 2006, una fórmula que se emplea en Estados Unidos para renegociar y agrupar deudas.

También fundó una universidad con su nombre, empresa por la que las autoridades lo denunciaron por fraude ya que el centro no cumplía los requisitos para ser una universidad. Poco después de ser elegido presidente, sus representantes y las autoridades llegaron a un acuerdo extrajudicial por el que Trump pagó 25 millones de dólares.

Con quien Trump no ha llegado a un acuerdo es el chef español José Andrés, quien abandonó el proyecto de abrir un restaurantes en un hotel de Trump en Washington cuando el entonces candidato presidencial calificó a los inmigrantes mexicanos como “violadores y delincuentes”.

José Andrés alegó que muchos de sus trabajadores son de origen mexicano además de condenar las palabras xenófobas del candidato. Trump ha demandado al chef por diez millones de dólares.

En efecto que Trump no ha escatimado en descalificaciones para los inmigrantes, principalmente de religión musulmana, a quienes considera en bloque como una amenaza, y contra los de origen mexicano, siendo una de sus más célebres promesas la de construir un muro que separe la frontera entre Estados Unidos y México.

Conocidas también son sus frases denigrantes sobre las mujeres. En uno de sus mítines imitó a un discapacitado burlándose de él.

Nada parece haber hecho mella en esta carrera que ha desembocado en la Casa Blanca. El propio Trump lo describió en campaña con una perfecta metáfora si bien en la línea de su escandalosa verborrea diciendo que podía ponerse a pegar tiros en pleno Times Square y su popularidad electoral seguiría intacta.

Así, pues, prácticamente todo en la trayectoria de Trump indica que, en efecto, cambia el paradigma.

Nacionalismo y proteccionismo • Las etiquetas del gobierno Trump
INTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 30 ENERO, 2017

A pesar de llevar pocos días en el Gobierno, Donald Trump, ya ha tomado algunas medidas plasmadas en su programa, y otras que han sorprendido a todo el mundo.

Expectación, confusión y preocupación. Eso es lo que causan alrededor del mundo las medidas estrella entre la veintena de órdenes ejecutivas que Donald Trump ha firmado en poco más de dos semanas al frente de la Casa Blanca. Sus primeros pasos como presidente del país más poderoso del mundo económica y militarmente hablando confirman que el más heterodoxo de los presidentes estadounidenses se ha propuesto pasar a la historia de forma singular.

Contra refugiados e inmigrantes

Su decisión de suspender temporalmente la llegada de refugiados, por tiempo indefinido en lo que respecta a solicitantes de refugio sirios, e impedir el ingreso de ciudadanos procedentes de siete países de mayoría musulmana ha sido, sin duda, la medida de Trump que más confusión y preocupación ha causado. Tres jueces estadounidenses, uno de ellos nombrado por el ex presidente George W. Bush, han tratado de frenarla, el último de ellos con éxito al menos de forma temporal.

El Gobierno ha recurrido la decisión judicial y todo indica que el Tribunal Supremo tendrá la última palabra.

Mientras tanto los ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen pueden volver a ingresar a Estados Unidos tras una semana larga de auténtico caos y confusión en los aeropuertos de todo el mundo.

Resulta especialmente llamativo y preocupante el hecho de que el presidente no demuestra consideración por el Poder Judicial
Ni los magistrados de su país que intentan hacer valer el principio de que nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley, ni las llamadas al respeto de los acuerdos internacionales sobre refugiados de los más relevantes aliados de Estados Unidos, ni las manifestaciones de miles de sus connacionales logran que el flamante presidente dé marcha atrás en sus convicciones.

En este contexto resulta especialmente llamativo y preocupante el hecho de que el presidente no demuestra consideración por el Poder Judicial, algo confirmado por hechos como el cese fulminante que decretó de la fiscal general interina Sally Yates cuando esta trató de frenar la medida comentada, y que a través de su muy activa cuenta de Twitter se ocupa personalmente de descalificar a los jueces que lo contradicen.

Peculiar estilo en el trato a sus homólogos

El presidente Trump no parece seguir la línea de ninguno de sus antecesores, demócratas o republicanos, ni siquiera en lo que al respeto de las tradicionales alianzas del país se refiere. Entre medida y medida, el presidente ha hablado por teléfono con homólogos suyos de diferentes latitudes teóricamente “aliadas” con un tono completamente innovador, valga el eufemismo.

Los rostros de sus colaboradores directos palidecieron cuando habló con actitud de patrón con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, a quien, por último, colgó el teléfono.
La prensa estadounidense comenta que los rostros de sus colaboradores directos palidecieron cuando, por ejemplo, habló con actitud de patrón con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, a quien, por último, colgó el teléfono. Tampoco fue un camino de rosas la conversación que mantuvo con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a quien ofreció “ayudar” con tropas para luchar contra los “bad hombres” que, según Trump, pueblan México, un tema sobre el que México “no está haciendo un buen trabajo”, según palabras de Trump pronunciadas en la mencionada conversación.

Peña Nieto se vio obligado a cancelar la visita oficial que iba a realizar a Washington, D.C. el 31 de enero pasado ante las diatribas lanzadas por Trump y la oficialización de la promesa del presidente estadounidense de construir un muro para separar la frontera entre México y Estados Unidos y que, repite el presidente estadounidense, pagará México de alguna manera.

La OTAN se salva por el momento

La única de sus homólogos a la que Trump parece prestar alguna atención es la primera ministra británica, Theresa May, con quien Trump comparte antieuropeísmo. Unión Europea aparte, se puede decir que el único mensaje tranquilizador de estos primeros días de gobierno Trump para la comunidad internacional fue el que el nuevo presidente tuvo que dar conminado por May en la rueda de prensa conjunta que ambos mandatarios ofrecieron en la reciente visita que May hizo a Washington, D.C.

No obstante, las alarmas deben seguir encendidas en temas de seguridad pues, entre otras cosas, la Administración Trump ya ha tenido tiempo de amenazar a Irán por realizar pruebas de un misiles balístico
Así, el presidente afirmó que apoyaba “100%” la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). No obstante, las alarmas deben seguir encendidas en temas de seguridad pues, entre otras cosas, la Administración Trump ya ha tenido tiempo de amenazar a Irán por realizar pruebas de un misiles balístico.

Abanderado del proteccionismo y contra el “legado de Obama”

En el terreno del comercio internacional tampoco hay espacio para el optimismo. Para empezar, mediante decreto Trump retiró a Estados Unidos del tratado comercial con el Pacífico, Asociación Transpacífica o TPP, por sus siglas en inglés, un acuerdo con once países de la cuenca del Pacífico que fue una de las medidas estrella de su antecesor, Barack Obama, y ha anunciado que renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés), firmado hace más de dos décadas con Canadá y México.

El mandatario está decidido a acabar con el llamado “legado de Obama” con medidas en otros terrenos como el anunciado desmantelamiento del “Obamacare
Porque el proteccionismo es una de las señas de identidad Trump. En este marco, el presidente se ha reunido con los principales fabricantes de automóviles en el país para conminarlos a poner fin a las deslocalizaciones de mano de obra y desarrollar toda la cadena de producción en suelo estadounidense.

Así, pues, el mandatario está decidido a acabar con el llamado “legado de Obama” con medidas en otros terrenos como el anunciado desmantelamiento del “Obamacare”, la ley sanitaria aún en vigor, o la luz verde otorgada por el nuevo gobierno a la construcción de dos controvertidos oleoductos que Obama paralizó porque, según organizaciones de defensa del medio ambiente, dañarán seriamente el entorno ecológico.

Los “hechos alternativos” de la nueva Administración

La prensa de Estados Unidos es otra de las dianas de las descalificaciones del nuevo presidente estadounidense quien, sin tapujos, acusa a los periodistas de ser gente “deshonesta” y de dar “noticias falsas”.

Trump se propone incluso desterrar a la prensa de la Casa Blanca
Los colaboradores del mandatario no tienen empacho al decir que hay “hechos alternativos” (alternativos a los hechos reales, se entiende) que la prensa no cubre o deforma.

Trump se propone incluso desterrar a la prensa de la Casa Blanca. Si nadie detiene la deriva, su abierto enfrentamiento con los medios de comunicación puede romper uno de los ejes de la democracia estadounidense, cimentada en la transparencia en el control sobre el ejercicio del poder.

Una luz en el camino: contra el aborto

En otro orden de cosas, eso sí, en su primera jornada en la Casa Blanca Trump dejó espacio para una luz en medio de tantas sombras.Y es que por fin dio claros signos sobre su posicionamiento en torno al crucial tema del aborto, firmando una orden para cortar las ayudas a organizaciones no gubernamentales que promueven la realización de abortos en el extranjero.

Si bien durante la campaña no había dejada clara su postura en este aspecto, el presidente, al menos, toma un posicionamiento un poco más nítido en el que probablemente es el tema ético y moral más relevante a nivel mundial.

Elecciones en Ecuador: Lenín Moreno y Guillermo Lasso

Elecciones en Ecuador en la Revista El Debate de Hoy. Perfil de Lenin Moreno

Perfil de Guillermo Lasso/

Lenín Moreno y Guillermo Lasso • Ecuador decide su futuro en la segunda vuelta electoral

EN PORTADAINTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 2 ABRIL, 2017

Ecuador elegirá este 2 de abril, en una segunda vuelta de las elecciones, al sucesor de Correa. Los candidatos que llegaron a esta segunda vuelta son Lenín Moreno y Guillermo Lasso.

Lenín Moreno

Lenín Voltaire Moreno Garcés (Orellana, Ecuador, marzo de 1953), el candidato oficialista que ha pasado a la segunda vuelta electoral en Ecuador, es un político atípico. Vicepresidente entre 2007 y 2013 y delfín de Rafael Correa, el actual mandatario, Moreno concita destacable apoyo, incluso entre aquellos que no están convencidos, ni mucho menos, con la gestión del actual presidente (no hay que olvidar que Correa se encuentra demasiado escorado hacia el filochavismo venezolano).

Y es que sobre Moreno, de notable talante cordial, “hay una especie de idealización” en el imaginario colectivo de la ciudadanía ecuatoriana, según palabras de Paulina Recalde, responsable de la encuestadora Perfiles de Opinión. Ganador de las elecciones celebradas el pasado 19 de febrero, con un 39,35% de los votos, a poco más de medio punto para ganar en primera vuelta, Moreno se presenta como el favorito para la segunda vuelta, cita en la que se medirá con Guillermo Lasso, el candidato de la derecha que en la primera vuelta se apuntó un 28,11% de los votos. Obviamente, no todo está dicho, ya que la lideresa de la tercera fuerza política, Cynthia Viteri, con el 16,27% de los votos en primera tanda, ha dicho que apoyará la candidatura de Lasso.

Es inevitable apuntar que Moreno se moviliza en silla de ruedas, a raíz de un balazo que le propinaron en un asalto, en 1998, y que le dañó la médula espinal ocasionándole paraplejia
A diferencia de Correa, Moreno ha cultivado y cosecha una imagen de político amable. Su gestión como vicepresidente se recuerda básicamente porque su cometido principal fue el de lograr la inserción social y económica de las personas con discapacidad. También porque su carácter es conciliador.

Por si fuera poco, es autor de una decena de libros de autoayuda para personas que han sufrido accidentes con secuelas y hasta un manual del humor como terapia y forma de afrontar las vicisitudes de la vida. En 2012, fue nominado al Premio Nobel de la Paz. En su país es famosa su teoría del humor, plasmada en el programa “Sonríe Ecuador, somos gente amable” para impulsar la convivencia pacífica. Sus mayores seguidoras y mejores apoyos son su esposa, con la que lleva cuarenta años casado, y sus tres hijas.

Aunque no debería ser un tema que se mencione de forma destacada, es inevitable apuntar que Moreno se moviliza en silla de ruedas a raíz de un balazo que le propinaron en un asalto, en 1998, y que le dañó la médula espinal ocasionándole paraplejia. Un hecho que ha marcado su vida en todos sus aspectos, motivándole una actitud positiva que se ha plasmado no solo en su obra literaria sino también su trayectoria política.

Después de decidir no acompañar al presidente Correa en la reelección, en 2013 asumió el cargo de Enviado Especial de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, con sede en Ginebra
Licenciado en Administración Pública por la Universidad Central del Ecuador, Moreno fue profesor de educación secundaria, luego fundó y dirigió una empresa de turismo y, posteriormente, la Cámara de Turismo de Ecuador. Tras sufrir el mencionado asalto, se volcó con los temas motivacionales. Así, en su papel de vicepresidente del país, desarrolló varios programas de apoyo para las personas con discapacidad, entre ellos, la misión solidaria Manuela Espejo, el primer diagnóstico de la situación de los discapacitados en Ecuador. Moreno complementó ese programa con el pago de un subsidio mensual de 240 dólares (alrededor de 220 euros) para el cuidado de personas con limitaciones severas, un hito en la sociedad ecuatoriana.

Tras optar por no acompañar al presidente Correa en la reelección, en 2013 asumió el cargo de Enviado Especial de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad, con sede en Ginebra. Este cargo, que llenó de orgullo a muchos ecuatorianos, incluso a aquellos distanciados de la política de Correa, ha sido, sin embargo, el punto negro en la carrera de Moreno, tras conocerse que el Gobierno ecuatoriano le paga un sueldo por esta labor.

En el caso de que Moreno llegue a suceder a Correa, no se espera que lidere grandes cambios en las líneas matrices, aunque sí un tono más cordial, por ejemplo, en las relaciones con la prensa, unas relaciones difíciles durante la presidencia de Correa
Luego del anuncio de Correa de no presentarse a una nueva reelección, Moreno renunció a su trabajo en Naciones Unidas y se instaló de nuevo en Quito para encarnar la candidatura oficialista, eligiendo como acompañante en la candidatura a la vicepresidencia a Jorge Glas, el actual vicepresidente. Por si quedaban dudas, se trata a todas luces de una candidatura a la medida del actual jefe del Estado, por más que Moreno haya hecho esfuerzos notables por marcar distancias, al menos en lo que a formas se refiere.

Su programa electoral empieza por prometer diálogo en todos los frentes, así como la creación de 200.000 nuevos puestos de trabajo, en un país con una tasa de desempleo que, aunque oficialmente no llega al 6%, en el ámbito informal se presume mucho más alta y con altos índices de informalidad y subempleo. También se refiere a la mejora de la calidad de vida de las personas mayores.

Moreno se presenta la segunda vuelta electoral con posibilidades reales de ocupar la planta noble del Palacio de Carondelet
De llegar a suceder a Correa, en cualquier caso, no se espera que Moreno lidere grandes cambios en las líneas matrices, aunque sí un tono más cordial, por ejemplo, en las relaciones con la prensa, unas relaciones marcadamente difíciles durante la presidencia de Correa, un presidente que ha llegado a demandar judicialmente a decenas de periodistas y medios de comunicación.

Con estas premisas, Moreno se presenta a la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar el próximo 2 de abril, con posibilidades reales, aunque no cerradas de ocupar la planta noble del Palacio de Carondelet. El hecho de ir a segunda vuelta, eso sí, no ha gustado a su padrino político, el presidente Correa, que en su estilo tradicional ha dicho que, si gana la oposición, “tendrá” que regresar poco menos que a salvar el país, pero ese es otro tema.

Guillermo Lasso

Defensor de la vida, de la libertad de expresión y de la separación de poderes en un país signado por el enfrentamiento del Gobierno con los medios de comunicación y con la independencia de los jueces, Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza (Guayaquil, noviembre de 1955) es el candidato de la oposición que se enfrentará al oficialista Lenín Moreno en la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar en Ecuador el próximo 2 de abril. Con el 28,11% de los votos válidos logrados en la primera vuelta de la contienda electoral, Lasso pasó a la segunda vuelta por detrás de Moreno, pero sus posibilidades pueden aumentar si sigue sumando apoyos. Para empezar, ya ha dicho que lo respaldará la candidata que quedó en tercer lugar, Cynthia Viteri, que obtuvo un 16,27% de los sufragios en primera vuelta.

Es el último de once hermanos, está casado desde 1980 y es padre de cinco hijos. Miembro supernumerario del Opus Dei, está en contra del aborto, aunque acepta las uniones civiles (que no matrimonios) entre personas del mismo sexo.

Con tan solo 22 años fundó su primera empresa. Desde entonces, ha creado y dirigido una decena de entidades privadas
Ante la crisis económica que afectó al país cuando era adolescente, con 16 años tuvo que empezar a trabajar para terminar de pagar sus estudios de educación secundaria. Con 22 años fundó su primera empresa. Desde entonces, ha creado y dirigido una decena de entidades privadas. También ha participado en juntas directivas de entidades como la multinacional Coca Cola y Mavesa, sucursal ecuatoriana de la japonesa automotriz Hino.

Su caso es el del hombre hecho a sí mismo y emprendedor de manual, si bien sus oponentes políticos suelen referirse a él como “exbanquero”, como si de un insulto se tratase. La crisis económica que atravesó su familia le impidió obtener un título universitario, un punto que también critican sus adversarios, pero que para Lasso, según sus palabras, significa un motivo de “orgullo” por haber “aprendido haciendo”. Así, posee un doctorado honoris causa por la Universidad de las Américas, pero no ha tenido problemas en remarcar que ha sido “oficinista, vendedor ambulante de cerámica, vendedor de bingos, de enciclopedias, trabajador en la aduana, emprendedor en el sector inmobiliario y en el campo cívico”.

También cuenta con un bagaje destacable en los sectores público y político. Fue presidente ejecutivo del Banco de Guayaquil, del que es uno de sus principales accionistas. Ha sido gobernador de la provincia del Guayas (un año, en 1998), ministro de Economía y Energía durante el gobierno de Jamil Mahuad, así como asesor económico y embajador itinerante en el Gobierno de Lucio Gutiérrez. A partir de 2003, como embajador itinerante en el Gobierno de Gutiérrez, se concentró en el establecimiento de tratados comerciales con otros países, especialmente con Estados Unidos.

Cuando fue ministro de Economía de Mahuad, se desató un escándalo financiero conocido como “feriado bancario”, que consistió en el cierre de las entidades bancarias del país y el congelamiento de casi 2.000 millones de dólares de depósitos de ciudadanos
En 1994 fue nombrado presidente ejecutivo del Banco Guayaquil, de titularidad pública, cargo que desempeñó hasta 2012. Simultáneamente, entre 1993 y 1997, ejerció como presidente de la Asociación de Bancos Privados de Ecuador. En relación con este cargo, fue investigado judicialmente acusado de haber favorecido a una entidad bancaria privada, pero se sobreseyeron los cargos en su contra.

Actualmente, preside fundaciones públicas y privadas de interés social, como la Fundación Barrio, iniciativa cimentada en la instalación de un punto de atención en negocios no bancarios, como pequeñas tiendas, para fomentar el acceso a los servicios financieros.

Cuando fue ministro de Economía de Mahuad, en 1999 se desató un escándalo financiero conocido como “feriado bancario”, que consistió en el cierre de las entidades bancarias del país y el congelamiento de casi 2.000 millones de dólares (1.900 millones de euros) de depósitos de ciudadanos, que afectó a miles de familias y que derivó en la dolarización de la economía ecuatoriana y en la peor crisis económica del país en las últimas décadas. Precisamente como consecuencia de esta crisis, millones de ecuatorianos emigraron masivamente, sobre todo a España y a Estados Unidos. Aunque la investigación que el presidente Correa promovió por esta crisis en 2007 determinó que Lasso no tuvo responsabilidad, este es un episodio oscuro que lastra la carrera y la imagen del político.

Tras la caída del Gobierno de Gutiérrez, creó una plataforma política y, en 2013, fundó el movimiento CREO (Creando Oportunidades), de centro derecha, integrado por políticos y empresarios
Apuesta por la reducción de impuestos y de la deuda pública para aumentar el empleo y la productividad. Admira la política desarrollada por el expresidente del Gobierno español José María Aznar en lo que respecta al crecimiento del sector privado, la austeridad fiscal y la privatización. Opta por una mayor apertura económica y comercial con Estados Unidos y con la Unión Europea. Y se ha declarado contrario a la dictadura castrista y al chavismo venezolano, que tanto parece agradar al presidente Correa.

Tras la caída del Gobierno de Gutiérrez, creó una plataforma política y, en 2013, fundó el movimiento CREO (Creando Oportunidades), de centro derecha, integrado por políticos y empresarios. Aunque anteriormente perdió las elecciones frente a Correa, Lasso se ha erigido como el líder de la oposición, defendiendo la libertad de expresión y la separación de poderes, dos elementos clave de la democracia que el Gobierno de Rafael Correa ha menoscabado de forma singular.

Sus promesas: crear un millón de puestos de trabajo eliminando los impuestos y fomentando acuerdos con otros países
El hecho de que Lasso haya podido llegar al sitio en el que se encuentra políticamente, en un país marcado por la persecución ideológica, tributa sin duda de su habilidad desarrollada como emprendedor para sortear dificultades de manera contundente, pero cuidando las formas hasta en sus últimos detalles. Así, se ha cuidado de no dirigir descalificaciones a sus opositores en la contienda electoral, conocedor de la especial susceptibilidad de la que adolece el actual Ejecutivo ecuatoriano.

Sus promesas estrella son crear un millón de puestos de trabajo, eliminando impuestos y fomentando los acuerdos comerciales con otros países, y “recuperar la democracia”

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ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. @yolandavaccaro

Trump: dos vertiginosos meses en la Casa Blanca

Artículo en la revista El debate de hoy/

Los vertiginosos primeros dos meses de Donald Trump en la Casa Blanca

Donald Trump inicia su tercer mes como Presidente de Estados Unidos con varias derrotas internas

INTERNACIONALPOLITICA
. YOLANDA VACCARO 30 MARZO, 2017

Donald Trump ya ha iniciado su tercer mes en la Casa Blanca y ha conseguido, en tiempo récord, poner en marcha medidas realmente revolucionarias. Ya se ha ganado a pulso el calificativo de “presidente estadounidense más singular de la historia”.

Los dos primeros meses de Donald Trump al frente de la Casa Blanca no han defraudado las expectativas de aquellos que se temían una nueva era de sobresaltos. El presidente no ha perdido el tiempo. En tiempo récord, ha puesto en marcha las medidas más revolucionarias, por decirlo diplomáticamente, que se pueden esperar de un presidente de Estados Unidos en nuestros días.

Ha cursado dos prohibiciones de entrada a Estados Unidos de ciudadanos de países de mayoría musulmana, que han sido contestadas por los jueces; ha iniciado su petición de presupuesto para construir un muro que separe las fronteras de Estados Unidos y México; ha magnificado un inédito enfrentamiento de un presidente de Estados Unidos con los medios de comunicación y ha desairado a algunos de los más relevantes líderes extranjeros.

Donald Trump inicia su tercer mes de presidencia con una estrepitosa derrota parlamentaria, al haber tenido que retirar su proyecto de reforma de la ley sanitaria, Obamacare
También ha iniciado el camino para que prime el proteccionismo de la industria estadounidense, amenazando los esfuerzos por tener un mundo cada vez con menores barreras comerciales. Pero, sobre todo, Trump inicia su tercer mes de presidencia con una estrepitosa derrota parlamentaria, al haber tenido que retirar su proyecto de reforma de la ley sanitaria, más conocida como Obamacare; un traspié clave, ya que es responsabilidad de sus propios correligionarios del Partido Republicano.

El determinante frente interno

A golpe de tuits, Trump mantiene en tensión a la comunidad internacional y también a sus conciudadanos. Los cambios que amenazan el equilibrio internacional son de gran calado. No obstante, sus principales intentos de reformas internas son los que concentran la atención de la prensa estadounidense y son los que, al fin y al cabo, podrían ser el motivo de un auténtico desgaste para Trump. Unas reformas que están transitando por un camino de espinas con el que, al parecer, Trump no contaba, aún embelesado con su triunfo electoral.

Donald Trump entra en el campo de batalla
donald trumpEl periodista Vicente Vallés explica cómo Donald Trump lucha contra un sistema robusto y con más de dos siglos de historia. Intenta asentar su base electoral para poder intentar repetir victoria en 2020, aunque sabe que no será fácil.
La más sonada de sus derrotas es la sufrida al tener que suspender la votación parlamentaria para desmantelar el Obamacare, la ley promulgada por el anterior jefe de Estado, Barack Obama. Una ley imperfecta pero que, al permitir que millones de estadounidenses cuenten con atención sanitaria, ha disgustado a los magnates del polémico y rentable negocio de los seguros médicos. El hecho de que hayan sido los propios congresistas republicanos los responsables de que se haya producido este resbalón es especialmente significativo.

Tanto en el Congreso como en el Senado, la mayoría es republicana y fueron demasiados los parlamentarios de este partido que anunciaron su oposición al proyecto de Trump, una de sus promesas electorales estrella. El fuego amigo suele ser el más perjudicial y certero en política. Este varapalo parece ser solo el inicio de una temporada difícil para un outsider de la política tan emblemático como Trump.

Los miembros de la familia Trump alegan que no perciben honorarios y que, si lo hicieran, los donarían a entidades benéficas
En el plano judicial, en pocas semanas, Trump se ha echado encima dos sustanciosas y significativas llamadas de atención judiciales. Su primera orden ejecutiva fue la conocida como primer veto migratorio, una orden emitida nada más llegar al gobierno y que cerraba las fronteras para ciudadanos procedentes de Irán, Iraq, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia, así como determinaba la suspensión de la concesión de estatus de refugiados en general. A los pocos días, un juez dejaba sin efecto la medida. Pocas semanas después, Trump emitió otro decreto, con la única diferencia de que dejaba fuera de la lista de no admitidos a los nacionales de Iraq. Otro juez paralizó el nuevo veto migratorio.

Espionaje ruso y conflictos de intereses

Asimismo, la semana en la que Trump cumplió dos meses como jefe de Estado, el director del FBI, James Comey, reveló en el Congreso que se está investigando la posible conexión entre la campaña que llevó a Trump a la victoria y el espionaje ruso, conexión que habría debilitado la campaña de Hilary Clinton en beneficio del magnate. Comey también indicó que no hay evidencia de que Obama haya espiado los teléfonos de Trump durante la última campaña electoral, algo de lo que Trump acusó a Obama en uno de sus famosos tuits.

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Donald J. Trump ✔ @realDonaldTrump
Terrible! Just found out that Obama had my «wires tapped» in Trump Tower just before the victory. Nothing found. This is McCarthyism!
06:35 – 4 Mar 2017
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Junto a la quiebra del tradicional respeto que mantenía la Presidencia de Estados Unidos respecto de la mayoría de medios de comunicación, a los que denosta constantemente, Trump amenaza otro de los ejes de la Presidencia estadounidense en cuanto a ética se refiere. Así, el presidente no ha tenido reparos en permitir que una de sus asesoras publicite la marca de ropa y accesorios de Ivanka Trump, su hija favorita, y en promocionar sus hoteles y complejos recreativos, como Mar-a-lago, el resort en el que a Trump le gusta despachar los fines de semana.

Igualmente, Trump ha concedido a Ivanka un despacho oficial en la Casa Blanca y ha designado al esposo de esta como uno de sus consejeros. Los miembros de la familia Trump alegan que no perciben honorarios y que, si lo hicieran, los donarían a entidades benéficas. Pero es evidente que ese no es el punto, habida cuenta del rédito económico que los productos Trump obtienen de esta inusual movida presidencial.

Trump el emprendedor
trumpÍñigo Petit hace una reflexión sobre cómo Trump ha llegado a la Casa Blanca con una actitud cargada de referencias que podrían encontrarse en un cursillo acelerado para nuevos emprendedores.
Parece claro que la frase “conflicto de intereses” no forma parte del imaginario colectivo de los Trump. Pero lo grave no es esto, sino que parece que el tema no importa demasiado a los asesores del presidente y a quienes están llamados a poner coto al uso de los fondos del Estado en beneficio propio. Trump “no debería usar su posición oficial para promover sus negocios. Eso no lo hace un buen hombre de negocios. Eso lo convierte en un mal presidente”, ha dicho Richard Painter, el jefe legal de ética del también republicano presidente George W. Bush.

Polémicos gestos internacionales

En el plano exterior, tampoco hay demasiados motivos para el optimismo. Por el momento, Trump ha anunciado que Estados Unidos seguirá pagando sus cuotas a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero siempre y cuando los otros socios de la organización cumplan también con sus contribuciones. Trump, eso sí, mantiene su euroescepticismo y sus ásperas críticas hacia los países europeos, de los que ha dicho que son una especie de cantera de terroristas islamistas.

Trump ha mantenido tensas conversaciones telefónicas con jefes de Gobierno de diversos países considerados aliados de Estados Unidos, como el primer ministro de Australia. Y, en la que se considera la cita más grosera que haya tenido lugar en la Casa Blanca frente a un mandatario extranjero, hace pocas semanas Trump desairó a la canciller alemana, Angela Merkel, cuando los periodistas que cubrían una reunión entre ambos líderes pidieron que estos se estrecharan las manos; Merkel dijo a Trump que lo hicieran, pero este ni siquiera respondió a la mirada de su interlocutora. Un gesto que, una vez más, demuestra la peculiar manera de ser del que, cuando menos, ya se ha ganado a pulso el calificativo de “presidente estadounidense más singular de la historia”.

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ESCRITO POR YOLANDA VACCARO
Periodista y comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú. @yolandavaccaro

Yolanda Vaccaro: artículo desde Washington en El debate de hoy

YOLANDA VACCARO DONALD TRUMP

Artículo revista El debate de hoy/

Trump, el hombre que cambia el paradigma

Las primeras medidas del nuevo presidente de Estados Unidos confirman su heterodoxia

YOLANDA VACCARO
Periodista y Comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú.
@yolandavaccaro
http://www.yolandavaccaro.com/

Expectación, confusión y preocupación. Eso es lo que causan alrededor del mundo las medidas estrella entre la veintena de órdenes ejecutivas que Donald Trump ha firmado en poco más de dos semanas al frente de la Casa Blanca. Sus primeros pasos como presidente del país más poderoso del mundo económica y militarmente hablando confirman que el más heterodoxo de los presidentes estadounidenses se ha propuesto pasar a la historia de forma singular.

Contra refugiados e inmigrantes

Su decisión de suspender temporalmente la llegada de refugiados (por tiempo indefinido en lo que respecta a solicitantes de refugio sirios) e impedir el ingreso de ciudadanos procedentes de siete países de mayoría musulmana ha sido, sin duda, la medida de Trump que más confusión y preocupación ha causado. Tres jueces estadounidenses, uno de ellos nombrado por el ex presidente George W. Bush, han tratado de frenarla, el último de ellos con éxito al menos de forma temporal. El Gobierno ha recurrido la decisión judicial y todo indica que el Tribunal Supremo tendrá la última palabra. Mientras tanto los ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen pueden volver a ingresar a Estados Unidos tras una semana larga de auténtico caos y confusión en los aeropuertos de todo el mundo.

Ni los magistrados de su país que intentan hacer valer el principio de que nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley, ni las llamadas al respeto de los acuerdos internacionales sobre refugiados de los más relevantes aliados de Estados Unidos, ni las manifestaciones de miles de sus connacionales logran que el flamante presidente dé marcha atrás en sus convicciones. En este contexto resulta especialmente llamativo y preocupante el hecho de que el presidente no demuestra consideración por el Poder Judicial, algo confirmado por hechos como el cese fulminante que decretó de la fiscal general interina Sally Yates cuando esta trató de frenar la medida comentada, y que a través de su muy activa cuenta de Twitter se ocupa personalmente de descalificar a los jueces que lo contradicen.

Peculiar estilo en el trato a sus homólogos

Y es que el presidente Trump no parece seguir la línea de ninguno de sus antecesores, demócratas o republicanos, ni siquiera en lo que al respeto de las tradicionales alianzas del país se refiere. Entre medida y medida, el presidente ha hablado por teléfono con homólogos suyos de diferentes latitudes teóricamente “aliadas” con un tono completamente innovador, valga el eufemismo. La prensa estadounidense comenta que los rostros de sus colaboradores directos palidecieron cuando, por ejemplo, habló con actitud de patrón con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, a quien, por último, colgó el teléfono. Tampoco fue un camino de rosas la conversación que mantuvo con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a quien ofreció “ayudar” con tropas para luchar contra los “bad hombres” que, según Trump, pueblan México, un tema sobre el que México “no está haciendo un buen trabajo”, según palabras de Trump pronunciadas en la mencionada conversación. Peña Nieto se vio obligado a cancelar la visita oficial que iba a realizar a Washington, D.C. el 31 de enero pasado ante las diatribas lanzadas por Trump y la oficialización de la promesa del presidente estadounidense de construir un muro para separar la frontera entre México y Estados Unidos y que, repite el presidente estadounidense, pagará México de alguna manera.

La OTAN se salva por el momento

La única de sus homólogos a la que Trump parece prestar alguna atención es la primera ministra británica, Theresa May, con quien Trump comparte antieuropeísmo. Unión Europea aparte, se puede decir que el único mensaje tranquilizador de estos primeros días de gobierno Trump para la comunidad internacional fue el que el nuevo presidente tuvo que dar conminado por May en la rueda de prensa conjunta que ambos mandatarios ofrecieron en la reciente visita que May hizo a Washington, D.C. Así, el presidente afirmó que apoyaba “100%” la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). No obstante, las alarmas deben seguir encendidas en temas de seguridad pues, entre otras cosas, la Administración Trump ya ha tenido tiempo de amenazar a Irán por realizar pruebas de un misiles balístico.

Abanderado del proteccionismo y contra el “legado de Obama”

En el terreno del comercio internacional tampoco hay espacio para el optimismo. Para empezar, mediante decreto Trump retiró a Estados Unidos del tratado comercial con el Pacífico, Asociación Transpacífica o TPP, por sus siglas en inglés, un acuerdo con once países de la cuenca del Pacífico que fue una de las medidas estrella de su antecesor, Barack Obama, y ha anunciado que renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés), firmado hace más de dos décadas con Canadá y México.

Porque el proteccionismo es una de las señas de identidad Trump. En este marco, el presidente se ha reunido con los principales fabricantes de automóviles en el país para conminarlos a poner fin a las deslocalizaciones de mano de obra y desarrollar toda la cadena de producción en suelo estadounidense.

Así, pues, el mandatario está decidido a acabar con el llamado “legado de Obama” con medidas en otros terrenos como el anunciado desmantelamiento del “Obamacare”, la ley sanitaria aún en vigor, o la luz verde otorgada por el nuevo gobierno a la construcción de dos controvertidos oleoductos que Obama paralizó porque, según organizaciones de defensa del medio ambiente, dañarán seriamente el entorno ecológico.

Recuadro 1:
Los “hechos alternativos” de la nueva Administración

La prensa de Estados Unidos es otra de las dianas de las descalificaciones del nuevo presidente estadounidense quien, sin tapujos, acusa a los periodistas de ser gente “deshonesta” y de dar “noticias falsas”.
Los colaboradores del mandatario no tienen empacho al decir que hay “hechos alternativos” (alternativos a los hechos reales, se entiende) que la prensa no cubre o deforma.
Trump se propone incluso desterrar a la prensa de la Casa Blanca. Si nadie detiene la deriva, su abierto enfrentamiento con los medios de comunicación puede romper uno de los ejes de la democracia estadounidense, cimentada en la transparencia en el control sobre el ejercicio del poder.

Recuadro 2:
Una luz en el camino: contra el aborto

En otro orden de cosas, eso sí, en su primera jornada en la Casa Blanca Trump dejó espacio para una luz en medio de tantas sombras.
Y es que por fin dio claros signos sobre su posicionamiento en torno al crucial tema del aborto, firmando una orden para cortar las ayudas a organizaciones no gubernamentales que promueven la realización de abortos en el extranjero.
Si bien durante la campaña no había dejada clara su postura en este aspecto, el presidente, al menos, toma un posicionamiento un poco más nítido en el que probablemente es el tema ético y moral más relevante a nivel mundial.

PERFIL:

¿Quién es Donald Trump?

YOLANDA VACCARO
Periodista y Comunicadora. Corresponsal en Washington. Diario El Comercio de Perú.
@yolandavaccaro
http://www.yolandavaccaro.com/

Donald Trump, el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos, ya ha cambiado el paradigma. Lo que está por ver es hasta qué punto cambiará el esquema mundial que hemos vivido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En Washington, D.C., analistas y tertulianos de medios de comunicación y think tanks parecen no salir de su asombro; en esta pequeña ciudad sede del gobierno estadounidense el 96% de los votos fueron para Hillary Clinton, la derrotada candidata del Partido Demócrata.

Contra pronóstico, Trump ganó las elecciones de noviembre pasado. Con 70 años de edad se convirtió en la persona con mayor fortuna económica y mayor edad en asumir la presidencia de Estados Unidos. Y, sobre todo, Trump se erigió en el primer presidente estadounidense sin carrera política anterior y tras una campaña inédita e insólita, trufada cuando menos de incorrección política.

Política y telerrealidad
twitteando. Con el poder que le otorga su victoria se propone incluso abviertamente acaba de twittear que nes ya sea alabando a
Antes de su candidatura electoral, Trump, el hombre que rompe con los esquemas y las previsiones, era conocido por sus compatriotas principalmente porque fue el conductor de su propio reality show televisivo, “El aprendiz”, en el que expulsaba a los concursantes con un potente “You are fired” (“Estás despedido”), la frase con la que se le identificaba popularmente.

Desde que Trump inició su campaña política todo tiene un ambiente de reality show, tal como ha señalado el periódico The New York Times. Así, por ejemplo, el presidente prefiere esquivar a la prensa y utilizar su cuenta de Twitter para hacer declaraciones ya sea alabando a Vladimir Putin o descalificando a la prensa en su conjunto.

Los medios de comunicación, eso sí, tienen mucho que ver con el triunfo del nuevo presidente. Cuando Trump inició su campaña, los medios de comunicación, de derechas y de izquierdas, no escatimaron espacio para difundir lo que parecían inusuales salidas de tono de un candidato que se consideraba carente de posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca pero que era cómico a costa de su desenfadada verbigracia. Sus discursos eran tan políticamente incorrectos e inusuales, como si de un curioso circo se tratase, que siempre subían la audiencia, el rating. ¿Quién podía pensar que alguien que, por ejemplo, no sabía distinguir entre turcos y kurdos tenía alguna posibilidad real de hacerse con la presidencia de Estados Unidos?

Multimillonario y celebrity

Los motivos por los que Trump ha llegado a la cima del poder político mundial serán motivo de análisis, psicoanálisis y tesis doctorales. Pero seguramente echar un vistazo a su trayectoria vital puede dar algunas pistas. Nacido en Nueva York en 1946, hijo de escocesa y nieto de alemanes por vía paterna, se ha casado tres veces, con dos modelos (una de ellas Melania Knauss, su actual esposa) y una actriz. Tiene cinco hijos y ocho nietos.

Graduado en Económicas por la Universidad de Pensilvania, a los 25 años de edad se hizo cargo de la empresa inmobiliaria que creó su abuelo en Canadá, rebautizada como Trump Organization. Desde entonces ha construido un imperio multinacional de hoteles, rascacielos, casinos y campos de golf.

Su olfato negociador le permitió incrementar su fortuna a pasos agigantados. En 2016 Forbes lo situó en el número 324 en la lista de mayores millonarios en el mundo, con una fortuna de 4,5 mil millones de dólares si bien una declaración financiera del propio Trump señala que posee casi 9,000 millones de dólares.

Conforme a su predisposición a fomentar y ser parte de la farándula, en 1999 fundó una compañía de modelos. Durante dos décadas, hasta 2015, fue dueño de la marca y de los concursos de Miss USA y Miss Universo. Durante una década, también hasta 2015, lideró el citado reality show “El aprendiz”, en la cadena de TV NBC. También condujo su propio programa de radio, “Trumped”.

En la televisión se dio a conocer por su carácter bravucón aunque sumamente asertivo y rápido de reflejos y pensamiento, algo que se admira especialmente en el país de los hombres hechos a sí mismos.

Errores y frases ofensivas que no parecen hacer mella

Trump y su hábil equipo de campaña supieron ensombrecer los puntos que podrían haber resultado más negativos para el votante medio americano: no hizo el servicio militar, se libró de ir a la guerra de Vietnam por motivos de educación y dudosos certificados médicos, y sus empresas de casinos y hoteles se declararon en bancarrota seis veces entre 1991 y 2006, una fórmula que se emplea en Estados Unidos para renegociar y agrupar deudas. También fundó una universidad con su nombre, empresa por la que fue denunciado por fraude ya que el centro no cumplía los requisitos para ser una universidad. Poco después de ser elegido presidente, sus representantes y las autoridades llegaron a un acuerdo extrajudicial por este tema por el que Trump pagó 25 millones de dólares.

Asimismo Trump no ha escatimado en descalificaciones para diversos colectivos, empezando por los inmigrantes. Conocidas también son sus frases denigrantes sobre las mujeres. Y en uno de sus mítines imitó a un discapacitado burlándose de él.

Nada hizo mella en la carrera electoral más inusual de la historia de Estados Unidos. El propio Trump lo describió con una perfecta metáfora si bien en la línea de su escandalosa verborrea diciendo que podía ponerse a pegar tiros en pleno Times Square y su popularidad seguiría intacta.

Así, pues, prácticamente todo en la trayectoria de Trump y en sus primeras medidas presidenciales indica que, en efecto, cambia el paradigma.