Mario Vargas Llosa gana el Nobel de Literatura. Entrevistas de Yolanda Vaccaro a Mario Vargas Llosa

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Foto Yolanda Vaccaro y Mario Vargas Llosa.

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Foto Yolanda Vaccaro y Mario Vargas Llosa.

Audio:

http://e.elcomercio.pe/66/impresa/pdf/2010/04/18/ECCU180410c6.pdf

Entrevista en El Comercio

http://elcomercio.pe/impresa/notas/permanente-actitud-critica/20100418/463351

http://elcomercio.pe/noticia/463597/mario-vargas-llosa-ultima-detalles-su-proximo-libro-sueno-celta

La entrevista de Yolanda Vaccaro a Mario Vargas Llosa en el Diario El Tiempo de Colombia:

http://www.eltiempo.com/entretenimiento/libros/mario-vargas-llosa-habla-sobre-el-sueno-del-celta_8093460-4

ENTREVISTA. MARIO VARGAS LLOSA
Una permanente actitud crítica

EL ESCRITOR CONCEDIÓ ESTA ENTREVISTA A EL COMERCIO ANTES DE RECIBIR DE MANOS DEL REY JUAN CARLOS EL PREMIO INTERNACIONAL DON QUIJOTE DE LA MANCHA POR SU BRILLANTE TRAYECTORIA

Por: Yolanda Vaccaro Corresponsal
Domingo 18 de Abril del 2010

Madrid. Mario Vargas Llosa recibió ayer de manos del rey Juan Carlos el Premio Internacional Don Quijote de La Mancha por su brillante trayectoria literaria como difusor de la cultura y de la lengua española. En su apartado institucional el premio fue concedido a Gloria Macapagal Arroyo, presidenta de Filipinas, por su apoyo al castellano. El acto tuvo lugar en el Palacio de la Zarzuela residencia de los reyes de España, y a él asistieron también la reina Sofía, el embajador del Perú en España, Jaime Cáceres Sayán, la esposa del escritor peruano, Patricia Llosa, entre otros invitados.

En el caso de Vargas Llosa, el jurado ha distinguido los cincuenta años de trayectoria de este “infatigable creador” que “no ha dejado de enriquecer con su magisterio el territorio creativo de la lengua española” y cuya obra se ha convertido en “uno de los más sólidos y prestigiosos referentes de la cultura”. José María Barreda, presidente de Castilla La Mancha, destacó a Vargas Llosa como “uno de los grandes” novelistas en lengua española y una de las personalidades “que más ha contribuido a universalizar” nuestro idioma.

El escritor y la presidenta filipina recibieron de manos del monarca español una escultura de Manolo Valdés y los 25.000 euros con los que está dotada cada categoría. Convocado por la Fundación Santillana y el Gobierno Regional de Castilla La Mancha, en su primera edición, celebrada el año pasado, el premio fue otorgado al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y al escritor mexicano Carlos Fuentes.

Es usted el escritor peruano más premiado
No es mi culpa, yo no pido los premios, no me presento a ellos, simplemente me los dan.

El Premio Internacional Don Quijote de La Mancha ¿es un galardón más en su carrera? ¿Qué significa?
El premio se concede por el conjunto de una obra. Recibir un premio siempre es muy grato, y este en particular que lleva el nombre de Don Quijote es muy estimulante, pues Don Quijote representa algo así como la figura emblemática de la lengua, de nuestra literatura, de la irradiación que ha tenido el español en el caso de sus grandes creadores. Es un premio muy estimulante para cualquier escritor.

Recientemente dijo en Lima que “la finalidad de las letras es revolucionar la vida del lector”. ¿Es la finalidad conmover y mover?
Conmover y mover es una expresión que no he usado, pero que me gusta muchísimo; te la voy a robar. Me parece muy exacto porque creo que si la literatura está bien lograda, toca fibras íntimas de nuestra sensibilidad y al mismo tiempo nos estimula a actuar, a pensar de una cierta manera, a conducirnos de un cierto modo. La buena literatura produce en nosotros un desasosiego, una actitud crítica frente a lo que vivimos, frente a nuestra sociedad, frente a nuestro destino, a nuestra condición. Por eso la literatura de un modo indirecto es un motor del cambio, de la transformación, del progreso. Esa es la razón de que a lo largo de nuestra historia todos los sistemas autoritarios han establecido sistemas de censura.

Reivindica los valores de la cultura de élite frente a la chabacanería imperante y la “cultura del espectáculo”. ¿Es una preocupación permanente?
Considero que es un problema muy actual porque creo que a partir de mayo de 1968 surgió una tesis que se ha extendido en cierta forma en buena parte del mundo: que había que acabar con las élites. Esa actitud es un puro disparate porque acabar con las élites significa simplemente convertir a la cultura en un simulacro de lo que la cultura es. No es posible que todo el mundo tenga el mismo grado de conocimiento, que tenga el mismo grado de especialización; eso es una utopía absolutamente irreal. La verdad es que hay dentro del conocimiento una selección, una división y que dentro de esa organización existen unas élites que son las que fijan la forma superior del conocimiento, de la especialidad, y eso establece las jerarquías que son tan importantes a la hora de defender ciertos valores como a la hora de rechazar ciertos desvalores. El odio, el rechazo a las élites considero que ha creado una confusión tan extraordinaria que en algunos campos como el del arte ya la gente no sabe qué cosa tiene valor y qué cosa no la tiene. Ya simplemente que algo debe o no ser bello parece que fuera incorrecto y el resultado es que hay un arte tramposo, embustero, que se hace pasar por lo que no es, y esa confusión, por desgracia, se está extendiendo a otros campos artísticos y literarios. Creo que hay que volver a aceptar que las jerarquías existen si queremos tener valores y desvalores claramente definidos.

¿La democratización de la cultura genera esta situación paradójica de decadencia de la cultura?
No, porque yo estoy a favor de la democratización en el sentido de que la cultura debe llegar al mayor número y hay que hacer todos los esfuerzos necesarios para tener una buena educación. Ahora, la democratización de la cultura no puede ser que todo valga lo mismo en el campo de la cultura.

¿La gente se aleja cada vez más del libro de papel? ¿Esto se acentuará con la llegada del e-book y del i-Pad?
Hay muchas cosas que pueden ser provechosas gracias al libro digital, por ejemplo la posibilidad de llegar a un número de lectores al que el libro de lector no llega, eso es positivo. Al mismo tiempo hay que tratar de mantener la calidad porque el peligro es que esa cultura digital simplemente signifique una banalización, una simplificación de la lengua, de la palabra, que desaparezca un cierto rigor en el uso de la lengua. Algo de eso ha pasado ya con el uso de la Internet, y eso es una preocupación. Pero eso se puede combatir con la educación y con una actitud crítica permanente.

¿Cuándo podremos leer “El sueño del celta”?
Prácticamente he terminado la novela, estoy haciéndole las últimas correcciones y espero que salga en el curso del año.

La editorial Alfaguara ha lanzado una colección de libros infantiles que se inicia con un libro suyo, “Fonchito y la luna”. ¿Cómo vive esta experiencia?
Es una edición muy bonita. Dicho sea de paso, acabo de apreciar el primer ejemplar y he visto que todos los gráficos son magníficos, está maravillosamente cuidado. Fue una aventura. La gran responsable ha sido la editora Amaya Elezcano; a ella se le ocurrió. La idea me gustó y me lancé con cierto temor porque es muy difícil escribir para niños.

¿Serán sus “fans”?
Es lo que espera todo escritor: llegar a los lectores potenciales. Por lo menos ha conseguido conquistar a una niña que es una de mis nietas, Aitana, hija de Álvaro. Le conté primero la historia y luego hice que ella me la contara a mí a ver si la recordaba y me la contó con lujo de detalles. Así que una lectora ha tenido ya el libro, y con cierto éxito.

¿Qué lee actualmente?
Ahora estoy leyendo un libro muy interesante de Pilar Donoso, la hija de María del Pilar y de José Donoso. “Corriendo el tupido velo” es un libro muy revelador sobre la vida de Donoso, sobre todo lo que está detrás de su obra y al mismo tiempo una biografía de la familia utilizando los diarios que escribieron ambos a lo largo de toda la vida matrimonial sin que uno leyera el diario del otro. Pilar, la hija, hace un cotejo permanente de estos diarios y los confronta con sus propios recuerdos, y todo eso arroja una enorme luz sobre cómo y por qué se gestó toda la novelística de Donoso. Fui muy amigo de ellos y me ha revelado toda una dimensión que yo desconocía.

Yolanda Vaccaro entrevista a Mario Vargas Llosa en Santillana del Mar con motivo de la cita «Lecciones y Maestros»:

http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-06-21/nueva-novela-ambientada-congo.html

http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/pdf/2008/06/21/ECCU210608c9.pdf

ENCUENTRO. MARIO VARGAS LLOSA
Nueva novela ambientada en el Congo
EL COMERCIO CONVERSÓ CON EL ESCRITOR EN LA SEGUNDA EDICIÓN DE «LECCIONES Y MAESTROS». HABLÓ DE SUS PROYECTOS TEATRALES Y DE SU PRÓXIMA OBRA
Por Yolanda Vaccaro. Corresponsal

MADRID. Mario Vargas Llosa fue uno de los autores que ofrecieron las claves de su literatura en la segunda edición de «Lecciones y maestros». Un encuentro organizado en Santillana del Mar (Cantabria) por la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que reunió a unos 70 editores, críticos y periodistas especializados. El Comercio fue uno de los dos medios de comunicación latinoamericanos invitados. Junto con Vargas Llosa intervinieron Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías. Vargas Llosa fue el más solicitado. El escritor habló de sus proyectos teatrales y de su oficio de escritor. Nos citó en su hotel en Santillana del Mar, un bello pueblito cerca de Santander. Vargas Llosa trató de seguir con su disciplinada rutina: para empezar cada día, se levanta muy temprano y eso le impidió trasnochar en las interminables y entretenidas sobremesas de «Lecciones y maestros».

El 2 de julio estrena en Madrid la interpretación de la versión que ha hecho de «Las mil y una noches» junto con la actriz española Aitana Sánchez Gijón. ¿Puede adelantarnos qué veremos en el escenario?
Como la que hice en Odiseo y Penélope de «La Odisea», esta es una adaptación minimalista para dos personajes en la que hay una combinación de teatro, lectura y la tradición de contar cuentos. Los dos personajes se transforman, se metamorfosean en los diferentes personajes que interpretan, que a ratos cuentan, a ratos interpretan y a ratos leen por fragmentos. Vamos a darla en Madrid, Sevilla y Tenerife. Estoy muy ilusionado y fascinado con esta nueva aventura, es una versión muy personal en la que utilizo como punto de partida varias historias de «Las mil y una noches», pero que las he trabajado para darle mayor unidad al espectáculo y las he recreado tomándome muchas libertades con el original.

En octubre viajará a la República Democrática del Congo para documentarse y escribir su nueva novela, basada en la vida de Roger Casement, quien denunció los abusos del rey belga Leopoldo II. ¿Nos puede adelantar las líneas de la novela?
Casement estuvo dos veces en la selva peruana e hizo un viaje en una época en la que era muy difícil viajar en la selva, hasta el Putumayo, donde estaban las principales chucherías. Tuvo una relación muy conflictiva con Arana, que era el gran cauchero, y las denuncias que él hace desencadenan la gran movilización en Estados Unidos y en toda Europa occidental contra los abusos de los caucheros. Su informe en cierta forma hace que quiebre la empresa Arana. Una de las leyendas que hay sobre la muerte de Roger Casement, que fue condenado y ejecutado, es que los diarios que lo comprometieron tanto fueron falsificados por los caucheros afectados. Lo que es muy fascinante en el personaje es que hay muchos aspectos de su vida sobre los que hay mucha ambigüedad, una gran controversia; no se sabe dónde termina el hecho histórico y dónde empieza el mito, la leyenda, eso le da al escritor un margen muy amplio para inventar.

Pero no será un relato histórico, sino una recreación, una abstracción, ¿verdad?
Sí, lo mismo que hice con «La guerra del fin del mundo», que está basada también en un hecho histórico, la Guerra de Canudos, o la novela sobre Trujillo («La fiesta del Chivo»), que también está basada en hechos históricos pero que es una versión muy libre, muy personal. Esa es mi idea sobre esta novela, que –creo– es la que más tiempo me va a tomar, porque está basada en el mundo que menos conozco, nunca he estado en el Congo, adonde iré en octubre. Lo que más conozco es la Amazonía, tampoco conozco mucho el mundo irlandés, me voy a ir a vivir unos seis meses a Irlanda a ver si me contamino un poco de la historia y la realidad irlandesa, la verdad es que me apasiona la idea.

¿Entonces sigue utilizando el método periodístico?
El periodismo ha sido una experiencia fundamental para mi trabajo de escritor. Gracias al periodismo he conocido gentes, ambientes, hechos que han sido una materia prima fundamental para las cosas que he escrito. Hay libros que no hubiera podido escribir nunca, como «Conversación en La Catedral», sin la experiencia del periodismo. Para mí la literatura comienza siempre por un trabajo de investigación, aunque no con la idea de una documentación estricta que se ajuste a los hechos históricos, no, creo que esa no es la función de la novela, que es un mundo de ficción. Pero el punto de partida es una experiencia que tiene que ver con la memoria, con lo vivido, y esa vivencia me la proporciona el periodismo. Me documento para familiarizarme con un ambiente, para sentirme menos inseguro, para conocer un poco el mundo que quiero inventar y porque esa documentación, ir a los lugares, leer sobre la época, conocer correspondencia o testimonios me van sugiriendo ideas, situaciones

Trata que la obra no chirríe con la realidad
Exactamente, que no sea una contradicción tan flagrante con la realidad que mate la credulidad del lector. Cuando escribo un artículo, un ensayo, es distinto, uno tiene la obligación de ser fiel a los hechos.

¿Sigue pensando que si tuviera que rescatar una sola de sus novelas de la hoguera sería «Conversación en La Catedral»?
Espero que no llegue esa situación, pero probablemente si llegara, sí, elegiría «Conversación en La Catedral». Es una novela que me costó muchísimo trabajo, me tomó tres años y creo que es una de las novelas más ambiciosas que he escrito porque abarca más cosas, más tiempos, pero también este es el caso de otras novelas como «La guerra del fin del mundo» o «La fiesta del Chivo» y espero que sea también de la nueva novela que, en principio, se llamaría «El sueño del celta», pero no es un título definitivo aún, es provisional.

Ha dicho que a través de la literatura quiere camuflar su propia identidad para vivir una vida mejor. ¿Habla de lo insatisfecho, la eterna utopía, la búsqueda de lo imposible que mencionó al presentar «La tentación de lo imposible»?
Todos los seres humanos viven una contradicción. Vivimos con limitaciones por múltiples razones, pero todos tenemos imaginación, deseos y esa capacidad que es lo típico del ser humano de salir mediante la fantasía de lo que somos, del mundo limitado en el que estamos, e imaginar otras vidas, otros destinos más ricos, más intensos, más duraderos. La literatura enriquece extraordinariamente la vida de las personas, las hace vivir más cosas y de manera más intensa.

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